Trenton Harris, que se define como un liberal, empezó a trabajar para un sitio web llamado The Conservative Daily Post y dice que pudo ver de cerca la industria de las noticias falsas.
Se exigía a los redactores producir cuatro artículos extensos por día a 20 dólares cada uno. No había tiempo de entrevistar a expertos ni de corroborar datos. Los artículos, por otra parte, debían favorecer al presidente Donald Trump.
“No importaba si el artículo era correcto ni si se podía verificar”, dijo Harris, de 28 años, que usaba un seudónimo. Renunció pasados dos meses, a principios del año pasado. Los ejecutivos del sitio web no contestaron los mensajes en los cuales se les solicitaban declaraciones.
The Conservative Daily Post parecería un claro blanco en la lucha de Facebook contra las noticias falsas. Por lo menos 10 de sus artículos –entre ellos uno sobre estudiantes estadounidenses obligadas a llevar hijabs- han quedado desmentidos por obra del sitio de corroboración de datos Snopes.
De todos modos, el sitio y otros similares han mantenido su tráfico en Facebook a pesar de que los esfuerzos del gigante de medios sociales han contribuido al cierre de sitios web.
“Facebook lo intenta, pero tiene que incorporar más personal”, dijo Brooke Binkowski, editora de Snopes, que chequea unos 10 artículos por día en Facebook.
La inconsistencia de Facebook en EE.UU. no constituye un buen augurio para sus esfuerzos en países como Sri Lanka, donde las noticias falsas han desencadenado violentos enfrentamiento y donde Facebook no tiene suficientes moderadores que hablen la lengua local.
En lugar de convertirse en lo que el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, llamó “árbitros de la verdad”, la compañía optó por trabajar con el control de terceros como Snopes y PolitiFact en el marco de un plan anunciado poco después de las elecciones de 2016. La compañía declaró también que facilitaría que los usuarios pudieran denunciar las noticias falsas.
Mayores esfuerzos
Los que critican a la compañía dijeron que ésta no se movía con suficiente rapidez, y Facebook anunció en agosto que aquellos a quienes las firmas de control de la información denunciaran de forma reiterada ya no podrían anunciar en sus posts y podrían ver descender sus artículos en los newsfeeds de los seguidores.
En enero, la compañía de Menlo Park, California, empezó a reorganizar su algoritmo de noticias para priorizar contenidos de amigos y familiares de los usuarios en detrimento de los de medios. Facebook declaró que daría prioridad a la información de quienes permanecen en la red social mediante el recurso de determinar su “confiabilidad” sobre la base de una encuesta de usuarios de Facebook en EE.UU.
Este mes Zuckerberg dijo a miembros del Congreso que ha encargado a 20.000 empleados la tarea de revisar el contenido y los riesgos para la seguridad.
La popularidad de The Conservative Daily Post, sin embargo, persiste a pesar de que dos de las páginas de Facebook del sitio, que suelen llevar tráfico a los sitios web, han experimentado una caída de la popularidad del 90% desde el verano (boreal) pasado, según NewsWhip, una firma de análisis de medios. Es difícil determinar con exactitud por qué algunos sitios parecen ser particularmente resistentes, pero podría deberse a que hay lectores que comparten sus artículos en sus propias páginas de Facebook, dijo Gabriele Boland, gerente de comunicaciones y estrategia de contenidos de NewsWhip. Facebook, que no tiene una política que se oponga a que la gente comparta links a contenidos falsos, está “en un lugar difícil”, dice Boland. “No puede caer en censurar lo que la gente comparte”.
Benjamin Elgin y Selina Wang para Bloomberg