La oferta de alquileres en Huesca ha caído a causa de dos factores: el paro de la construcción y los pisos desocupados
Huesca y sus alrededores, sobre todo los Pirineos, son zonas muy concurrida sobre todo en temporadas de invierno para las personas que quieren esquiar o simplemente pasar unos días en la nieve. Hay zonas exclusivamente turísticas donde siempre encontrarás alojamiento para hospedarte durante las vacaciones. El problema existente actualmente reside en los alquileres residenciales, y no en los vacacionales.
Las inmobiliarias reciben clientes que desean encontrar un alquiler en la ciudad, pero el éxito no está asegurado. La demanda supera a la oferta, y de ahí la falta de pisos de alquiler en relación con las necesidades de la población. Esta situación viene de tiempo atrás, el pasado año con la llegada de estudiantes universitarios, los alquileres ofertados en huesca disminuyeron hasta el punto de convertirse en prácticamente inexistentes. Como consecuencia de esta reducción de pisos de alquiler, los precios aumentaron. Así es como funciona la ley de la oferta y la demanda, las normas básicas del cualquier sector del mercado.
Actualmente, el precio medio de los alquileres en Huesca ronda entre los 400 y 500 euros al mes por una vivienda de dos o tres habitaciones, afortunadamente pocos pasan de los 600 euros. Los expertos dicen, en primera instancia, que la situación ha llegado a ser tan drástica a causa de la famosa burbuja inmobiliaria que afectó a nuestro país hace ya unos 10 años. Durante varios años hubo un auténtico parón en la construcción, dejando la mayoría de las viviendas que existían para uso personal. La gente se acostumbró a comprar propiedades, aunque tuvieran que pagar 50 años de hipoteca, antes que recurrir al alquiler residencial.
El segundo factor desencadenante de esta situación son los pisos vacíos. Aunque no se conocen cifras, todo parece indicar que hay muchos pisos desocupados porque los dueños no quieren alquilarlos. Normalmente, el propietario tiene miedo a que le destrocen el piso, a que no le paguen o a no encontrar personas de confianza. El Ayuntamiento ha decidido aliarse con la DGA para recolectar pisos vacíos con el objetivo de alquilarlos para equilibrar la gran diferencia actual entre la oferta y la demanda. También se están llevando algunas medidas para que los dueños de los pisos pierdan el temor a que ocurra un desastre en sus viviendas.
Fuente Comunicae