Si alguien estuviera dispuesto a hacer realidad la historia de la Casa de Papel ahora sería el mejor momento. Así, el Banco de España, a través de su división de Imprenta de Billetes (IMBISA), ha cerrado varios macropedidos para la fabricación masiva de billetes de 50 euros para ponerlos en funcionamiento en 2022. En total, el supervisor bancario se ha gastado más de 40 millones de euros solo en papel de alta calidad y tintas ópticas para satisfacer el aumento esperado de la demanda. Aunque la filial encargada de la producción del dinero en España esconde muchos más secretos.
En términos generales, parece sorprendente que el año que viene se superará el número de billetes en circulación de los últimos años. Así, la continua demonización del uso del dinero real, incluido el miedo a que pudiera propagar el virus en plena pandemia, junto a la generalización del pago a través de tarjeta o el móvil ha propiciado la idea de que el efectivo está desapareciendo. Pero nada más lejos de la realidad. De hecho, el número de billetes en circulación en la zona euro, también en otras grandes economías como Estados Unidos o Gran Bretaña, la cifra alcanza valores históricamente altos.
Una cifra que, además, no va a parar de crecer en los próximos años. Así, en este 2021 se producirán 5.839 millones de billetes de euros, lo que supone un 2% más que en 2019, mientras que para 2022 se esperan fabricar cerca de 6.100 millones. Y el gran protagonista será, sin lugar a duda, el billete de 50 euros. En concreto, el Banco Central Europeo ha ordenado la fabricación de 2.767 millones de papel moneda de dicha cuantía, la cifra más alta desde el 2017 y hasta un 60% más que los fabricados en 2019.
EL BCE SE PREPARA PARA LA EXPLOSIÓN DE DEMANDA
La fabricación de billetes responde a un mandato claro: «Debe ser suficiente para satisfacer los aumentos esperados de la demanda, como los picos estacionales, y para reemplazar los billetes no aptos. También debe poder hacer frente a aumentos inesperados de la demanda«, explica el BCE acerca de su mandato. Un volumen que se calcula sobre las previsiones proporcionadas por la estimación conjunta del regulador bancario europeo y los Bancos Centrales Nacionales. En otras palabras, que las autoridades monetarias de la zona euro esperan una explosión de la demanda de cara al 2022.
Un escenario que está alineado con las previsiones que ven en el 2022 como el año de la recuperación. De hecho, la práctica totalidad de organismos económicos y expertos coinciden en esa definición una vez que los países europeos han finalizado sus programas de vacunación masiva y la economía se vuelve abrir. Así, solo para el caso de España la OCDE espera que crezca hasta un 5,7% en 2021 y un 4,8% para 2022, lo que le situaría como la sexta economía desarrollada que más incrementará su producto interior bruto. Además, otros grandes agentes de la zona euro también se espera que despeguen: Francia elevará su PIB un 5,9% este año, Italia un 4,1% y Alemania hasta un 3%.
Una situación que ha propiciado el resurgir del miedo a la inflación. De hecho, buena parte de ese incremento notable de la demanda se debe a la política expansiva que lleva el BCE, y otros bancos centrales, ejecutando desde hace años. Y, que a su vez, ha generado un crecimiento notable del efectivo en manos de los ciudadanos hasta llevarlo en máximos. Ahora, todo ese dinero empezará a moverse con más velocidad una vez la economía se abra, por lo que los fantasmas de una inflación elevada seguirán muy presentes tanto en 2021 como en 2022.
PAPEL DE ALTA SEGURIDAD Y TINTA ÓPTICA POR 40 M€
La creación de dinero en España corresponde a La Imprenta de Billetes S.A. (IMBISA) cuyos propietarios son el BdE (con un 80%) y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (con un 20%) y fue formalmente constituida el pasado 2 de noviembre de 2015, para adaptarse al merco legal establecido por el BCE. La firma está presidida por María Concepción Jiménez Gonzalo y en los próximos meses, se espera, tendrá lista una nueva fábrica en Vicálvaro para producir la cuota de billetes correspondiente y que en 2022 será de récord comparado con otros años.
Así, la sociedad no solo contará con las nuevas instalaciones, construidas por la firma Técnicas Reunidas, sino que también ya tiene aprovisionados los materiales y pronto irán llegando la maquinaria necesaria. De hecho, solo en papel «de alta seguridad» para la producción de billetes de 50 euros se ha gastado hasta 34 millones de euros, si se le incluyen los impuestos. Una cantidad que ha ido íntegra a la propia Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. A su vez, también se ha adquirido, por algo más de seis millones de euros, el suministro de tintas especiales para dicha producción.
Pero no solo hay papel y tinta, sino también la maquinaria se está poniendo a punto. Así, en las últimas semanas se han sacado a licitación los contratos del suministro para las máquinas de inspección BPS2000 de corte, selección y empaquetado; el abastecimiento de los productos de limpieza de las planchas (denominado Schnellreiniger 640) o soporte para los cilindros impresores. En definitiva, la imprenta de billetes española, y las europeas, parecen preparadas para aumentar todavía más el volumen récord de efectivo que ya hay en la zona euro.