La plataforma estadounidense Uber Technologies reconocerá a partir de este miércoles como trabajadores a todos sus conductores en Reino Unido, unas 70.000 personas, en vez de considerarlos autónomos, en cumplimiento del fallo del Tribunal Supremo británico, por lo que estos tendrán derecho a cobrar el salario mínimo, así como a vacaciones pagadas y, si cumplen los requisitos, a una pensión.
En un comunicado registrado en la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), la multinacional ha anunciado que, a partir del 17 de marzo de 2021, los conductores privados que utilicen su plataforma Mobility en el Reino Unido «serán tratados como trabajadores», precisando que los trabajadores no son empleados, según la legislación laboral del Reino Unido, por lo que siguen trabajando por cuenta propia a efectos fiscales.
La compañía ha indicado que en la actualidad se estima que el 99% de los conductores del Reino Unido ganan más que el salario mínimo, con unos ingresos promedio, después de gastos, de aproximadamente 17 libras por hora de tiempo ocupado en Londres y de 14 libras por hora de tiempo ocupado en el resto del Reino Unido.
Uber ha anunciado que a todos los conductores del Reino Unido se les pagará el tiempo de vacaciones en función del 12,07% de sus ingresos, abonados cada dos semanas. Asimismo, los conductores elegibles en el Reino Unido también serán inscritos automáticamente en un plan de pensiones con contribuciones de Uber que representarán aproximadamente el 3% de las ganancias de un conductor.
El pasado 19 de febrero, el Tribunal Supremo del Reino Unido desestimó «por unanimidad» la apelación de Uber respecto del estatus como trabajadores de sus conductores, ratificando así definitivamente las posiciones de los tribunales británicos, primero en 2016 y después por parte de la Corte de Apelaciones en 2018.
En su decisión, el Supremo británico consideró que no existía una base fáctica para afirmar que Uber London actuase como agente de los conductores, sino que la plataforma contrata con los pasajeros y luego traslada los encargos a los conductores.
En este sentido, señaló que cuando se reserva un viaje a través de la aplicación Uber, es la compañía quien establece la tarifa y los conductores no pueden cobrar más que dicha tarifa calculada por la aplicación, por lo que es Uber quien determina cuánto se les paga a los conductores por el trabajo que realizan, además de ser la firma quien impone los términos del contrato en los que los conductores realizan sus servicios sin que estos tengan voz.
Asimismo, subrayó que Uber ejerce un control significativo sobre la forma en que los conductores prestan sus servicios, incluyendo eluso de un sistema de clasificación por el cual se pide a los pasajeros que califiquen al conductor.
De este modo, el Alto Tribunal concluyó que el servicio de transporte realizado por los conductores y ofrecido a los pasajeros a través de la aplicación está estrictamente definido y controlado por Uber y los conductores se encuentran en una posición «de subordinación y dependencia» en relación con la empresa, añadiendo que, en la práctica, la única forma en que pueden aumentar sus ingresos es trabajando más horas y cumplir constantemente con las métricas de rendimiento de Uber.