Mira la bolita amarilla. Está debajo de este vaso. Es un contrato mayorista de red multimillonario para Yoigo y Pepephone. ¿La ves? En el vaso pone «Orange». Pero de repente las manos de tu interlocutor se empiezan a mover a toda velocidad. Sigue debajo de Orange, sigue debajo de Orange. Te preguntan dónde está la bolita. «En el vaso de Orange», respondes muy ufano. Levantan el vaso. La bolita no está. La bolita de MásMóvil está en el vaso de Telefónica.
En un hecho relevante presentado a la CNMV, MásMóvil confirmó hoy que seguirá prestando servicios de móvil en Yoigo con Movistar hasta que culmine la transición con Orange. Abonará 11,1 millones para quedar de buenas y que ofrecerá los servicios con Movistar «en las mismas condiciones que ofrece a sus clientes», lo que previsiblemente implica que dará servicios de 4G a los abonados de los azules a partir del 1 de enero.
Expansión, además, publica que esto incluye prorrogar el contrato de Pepephone con Movistar durante otros tres años, lo que garantiza que el operador del macarra de lunares no tendrá que volver a cambiar de red. Según Ignacio del Castillo, el importe del contrato será de 130 millones de euros durante todo el periodo del acuerdo, con un precio de 2,8 euros por gigabyte en 2017 y 1,6 euros por gigabyte en 2018 y 2019.
Visto el hecho relevante, parecería que todo esto es un proceso de transición. Tururú. Desde Movistar asumen que el acuerdo recién anunciado es sólo un primer paso en algo que venía fraguándose desde el verano: Desmontar el pacto con Orange y retener a su mejor cliente, el acuerdo mayorista más importante del mercado español.
Movistar siempre se había negado a confirmar del todo la rendición
Desde los azules las señales siempre habían transmitido sido que no estaban del todo dispuestos a bajar los brazos. Y quien conozca al presidente de Telefónica de España, Luis Miguel Gilpérez, sabe que la palabra «rendirse» no está en su vocabulario, especialmente cuando se jugaba buena parte del Ebitda para 2017.
Con este movimiento, para empezar, Movistar asegura su resultado operativo para el año que entra y pone la patita en la puerta para buscar un nuevo entendimiento con MásMóvil. Si en algún momento hay que buscar una forma de que Orange cobre por un futuro incumplimiento de contrato, todo es hablarlo.
Las negociaciones fueron arduas y duraron hasta última hora de la noche. ¿En el horizonte? Buscar una forma de que Movistar ofrezca a MásMóvil lo que Orange ya le da: Un acuerdo para poder utilizar su fibra en todo el territorio nacional. Si consiguen cerrarlo, la compañía amarilla tendrá todos los ases en la manga.
Laurent Paillasot tendrá que explicar en Francia el retraso en una migración que podría no producirse
¿Y qué más? ¿Acceso a los contenidos y al fútbol? En un escenario tradicional en el mercado español de telecomunicaciones, lo que estamos viendo con estas negociaciones era impensable. Ahora mismo, es lo que hay. El cuarto operador va a conseguir lo que quiere pasando por encima de quien haga falta. Y si ayer la víctima de sus manejos parecía Gilpérez, hoy parece Laurent Paillasot. A ver cómo explica en Francia un misterioso retraso en una migración que vete a saber tú si finalmente se produce.
Mira la bolita. Ahora parece que está debajo del vaso de Movistar. ¿Verdad? Tu interlocutor vuelve a mover las manos. Nadie sabe cuándo se detendrán, ni a quién le tocará perder la próxima vez.