BBVA someterá a la aprobación de su junta general de accionistas, que se celebrará el próximo 20 de abril, el pago de un dividendo en efectivo de 5,9 céntimos de euro brutos por acción (el ‘pay out’ máximo permitido del 15%) y la posibilidad de llevar a cabo una reducción de hasta el 10% del capital social de la entidad, equivalente a 667 millones de acciones, para poder implementar la ya anunciada recompra de alrededor del 10% de las acciones.
Según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consejo podrá a continuación ejecutar o no la recompra y posterior amortización, en una o varias veces. La potencial recompra se realizaría tras el cierre de la venta de la filial en Estados Unidos, que se espera para mediados de año, y estaría sujeta a las condiciones de mercado (como el precio de la acción) y a que se obtengan las autorizaciones necesarias de los supervisores.
BBVA también propondrá a sus accionistas que la cantidad a repartir como primer dividendo en efectivo con cargo a 2021 sea de un importe máximo del 35% del beneficio del grupo del primer semestre, sin excluir extraordinarios.
Dicho dividendo con cargo a 2021, que se pagaría en octubre, estará sujeto a que se levanten las restricciones regulatorias respecto a la remuneración a los accionistas, que actualmente están en vigor hasta septiembre.
La junta general de accionistas, que se celebrará de forma telemática, también deberá aprobar la reelección de los siete consejeros de BBVA cuyo mandato finaliza en 2021, de forma que se mantendría sin cambios la composición del máximo órgano de decisión de la entidad, que cuenta con dos tercios de miembros independientes, un 40% de miembros de nacionalidad extranjera y un tercio de mujeres.
Así, BBVA propondrá a sus accionistas la reelección como consejeros de José Miguel Andrés, Jaime Caruana, Belén Garijo, José Maldonado, Ana Peralta, Juan Pi y Jan Verplancke.
Otros puntos del orden del día son la aprobación de las cuentas anuales, el informe de gestión y estado de información no financiera del 2020, la aprobación de la aplicación del resultado y de la gestión social del 2020, la aprobación de la política de remuneraciones de los consejeros para los años 2021, 2022 y 2023 y la reelección de KPMG para la auditoría del ejercicio 2021.
Asimismo, los accionistas deberán aprobar un nivel máximo de remuneración variable (de hasta el 200% de la remuneración fija) para el colectivo de empleados cuya actividad incide significativamente en el perfil de riesgo del banco (los denominados ‘risk takers’).
También votarán la delegación en el consejo de la facultad de emitir valores convertibles en acciones (conocidos como AT1 o ‘CoCos’) durante un plazo de cinco años hasta un importe máximo de 8.000 millones de euros, que sirva para atender las necesidades de emisión de este tipo de instrumentos que pueda tener el banco durante dicho horizonte temporal.
El plan de financiación del banco prevé moderar el ritmo de emisiones de deuda en 2021 (sin que esté previsto refinanciar las amortizaciones anticipadas de AT1 que se produzcan en 2021), por el impacto positivo, tanto en liquidez como en capital, que supondrá el cierre de la venta de la filial en Estados Unidos, aunque este plan se irá adaptando a las decisiones que la entidad vaya tomando respecto al exceso de capital generado con dicha venta, según ha informado BBVA.