La potencia con la que puede tropezar el ser humano una y otra vez con la misma piedra es infinita. España sale de puntillas de una descomunal crisis económica, provocada por una atroz especulación inmobiliaria gestada en el levantamiento de ladrillo; y nadie parece haber escarmentado.
Los datos pintan la cara a la economía española. Una de cada cuatro empresas creadas durante el primer trimestre de 2018 pertenece al sector de la construcción, teniendo en cuenta que durante los tres primeros meses del año se crearon 26.258 compañías en España, de las cuales 5.987 (el 23%) dedica su actividad a la construcción o al inmobiliario.
Por si fuera poco, ahora hemos aprendido la lección para que el futuro golpe pueda ser, incluso, algo mayor. En estos momentos también hay mucha hambre por el desarrollo de suelo logístico, oficinas, espacios de ocio… ya no solo se trata de construir viviendas, de las cuales no hay necesidad clara, salvo en los grandes núcleos urbanos, y en zonas altamente congestionadas.
Por lo tanto, ahora la burbuja inmobiliaria, que todos quieren negar, no consiste tanto en poner ladrillo sobre ladrillo, sino en cómo dar salida a todo lo anterior. Y ya de paso, por qué no, levantar algunas construcciones.
El último dato, según desvela el informe trimestral de creación de empresas que elabora la compañía financiera Gedesco, y que recoge Europa Press, estima que la cifra de creación de negocios relacionados con la construcción es un 1,7% superior a la del mismo período del pasado año -cuando se crearon 5.884 sociedades de este sector-, si bien en comparación con el último trimestre de 2017, el crecimiento asciende al 21,9%.
Esta progresión se corresponde con los fuertes aumentos interanuales en los meses de enero y febrero (un 7,9% y un 11,9%, respectivamente), mientras que el mes de marzo hubo un resentimiento del 10,5% debido al efecto estacional de la Semana Santa.
¿ALGUIEN RECONOCERÁ QUE HAY BURBUJA DEL LADRILLO?
En cualquier foro especializado en el sector inmobiliario, escupen dos mantras de manera inmediata: no hay burbuja, puesto que ya no se construye tanto; y ya no hay poceros ni similares, sino que se trata de empresas con alta gestión y especialización que nos llevarán por el buen camino.
La realidad es el desarrollo de decenas de socimis, compañías inmobiliarias con beneficios fiscales; así como este boom en la creación de empresas relacionadas con el ladrillo. Por ejemplo, por comunidades autónomas, son Madrid (1.269 empresas) y Cataluña (1.200) las que lideran el ranking elaborado por Gedesco. Los cinco primeros puestos con un mayor número de empresas vinculadas con la construcción los completan Andalucía (1.109), Comunidad Valenciana (754) y Baleares (267).
Según la comparación interanual, la mayoría de las regiones han incrementado su número de empresas vinculadas con el ladrillo, con Extremadura a la cabeza, en donde estas compañías han fluctuado un 68,1%. Navarra cerró el primer trimestre de 2018 con un 27,3% más de compañías de este tipo, y la Comunidad Valenciana aumentó, por su parte, un 13,4%.
El número de compañías que, por el contrario, se disolvieron, ascendió a 1.319, un número inferior a las 1.379 compañías destruidas en el sector en el mismo período anterior. «Este resultado evidencia la consolidación de la recuperación del sector del ‘ladrillo’ que, precisamente, se vio especialmente afectado por la crisis económica de 2008″, sentencia el análisis.