viernes, 13 diciembre 2024

Modas que pueden perjudicar la salud de tus dientes

Cada vez hay más personas obsesionadas con mostrar una dentadura lo más blanca posible. El cine y la televisión son los causantes de esta absurda tendencia: artistas, presentadores y actores lucen sus encantadoras sonrisas, y sus dientes parecen ser de un blanco resplandeciente.

Pero cuando miramos nuestra dentadura en el espejo, comprobamos que su color está entre un beige clarito y un amarillo muy pálido. Y entonces decidimos utilizar algún producto milagroso para blanquearlos. La última tendencia consiste en unas pastas limpiadoras que contienen carbón activado, y de ello hablaremos más adelante.

Nuestros dientes no son blancos

Pero antes de nada, debes saber que cualquier dentista te aclarará que el color natural de las piezas dentales es, precisamente, ese que a ti te desagrada ver todos los días. Métete en la cabeza que nuestros dientes no son blancos.

Lo que sí puedes hacer es eliminar manchas debidas al consumo de café y tabaco, o a la placa dental y el sarro. Podrás aclararlos hasta que recuperen su color original, pero nunca conseguirás el blanco perfecto que lucen las estrellas de Hollywood. A no ser que te pongas en manos de un odontólogo titulado, y te sometas a alguno de los tratamientos que, de forma artificial, blanquearán por completo tu dentadura.

Sistemas blanqueadores de dudosa eficacia

El carbón activado es una sustancia de color negro, altamente abrasiva. Esto quiere decir que utilizándose habitualmente terminarás lijando el esmalte dental. Tus dientes lucirán algo más claros (nunca blancos) al principio, pero las manchas aparecerán cada vez con mayor rapidez. Esto se debe a que, al eliminar el esmalte, la superficie del diente se vuelve porosa, absorbiendo todo tipo de sustancias y bacterias, por lo que aumentará el riesgo de caries.

Una variante del carbón activado muy publicitaria es el acticoco, que resulta ser más de lo mismo: es carbón activado, pero en esta ocasión, obtenido de la corteza del coco. Se intenta vender la falacia de que este carbón tiene unas cualidades superiores por tratarse de una sustancia extraída de un producto natural, pero básicamente se trata del mismo producto.

Igualmente, pueden encontrarse una amplia variedad de preparados de alto precio, a base de peróxido de hidrógeno o dióxido de dihidrógeno. Debes saber que estos dos principios activos son exactamente lo mismo: se trata de la fórmula química del agua oxigenada, la cual puedes encontrar en tu farmacia o supermercado a un precio de risa. Este producto también es muy abrasivo, y su uso debe ser supervisado siempre por un odontólogo.

Cómo lucir unos dientes 100 % blancos

Solo existen dos sistemas:

La solución radical es sustituir tus piezas dentales por implantes, que podrán ser tan blancos como tú desees. Incluso podrías ponerte piezas dentales de colores.

Una forma menos invasiva es colocar fundas o carillas. Pero para ello, el dentista tendrá que rebajar, moldear y pulir previamente tus dientes originales.

Lo cierto es que, si tu dentadura goza de buena salud, ningún dentista te recomendará que te sometas a esas intervenciones. Te dirá que te laves los dientes con un buen dentífrico, que utilices seda dental, que hagas tu revisión anual y que te sometas a una limpieza profesional de vez en cuando.


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