Está a punto de llegar la Semana Santa, y eso quiere decir que es hora de degustar un dulce típico de esta época: las torrijas. Un postre que, en su momento, seguramente nacería como receta de aprovechamiento para dar salida al pan sobrante, y que hoy en día es considerado un auténtico manjar.
Las torrijas pueden ser de leche o de vino. Pero junto a las recetas tradicionales han ido apareciendo nuevas evoluciones que bien merece la pena probar si quieres sorprender en casa con un postre o una merienda única que hará las delicias de todos.
1Receta de torrijas de leche
Para elaborarlas necesitamos una barra de pan del día anterior o bien una barra de pan específica para torrijas que hoy en día puedes encontrar en cualquier supermercado o panadería. También un litro y medio de leche entera, cinco huevos de tamaño mediano, una rama de canela, una vaina de vainilla, la cáscara de medio limón, 300 gramos de azúcar blanca, una cucharada de canela molida y aceite de oliva.
Comenzamos preparando la leche aromatizada. Para ello la ponemos en un cazo a fuego medio y la llevamos a un punto de casi ebullición. En ese momento retiramos el cazo del fuego y añadimos la vainilla, la piel del limón y la rama de canela. Esperamos a que se enfríe o, al menos, que se ponga tibia.
Por otro lado, vamos cortando las rebanadas de pan del grosor que queramos para nuestras torrijas. Las ponemos en un recipiente y vertemos encima la leche infusionada, pero vamos a reservar un poco de la misma (bastan un par de cucharadas) para mezclarla con los huevos batidos.
Una vez que tenemos el pan bien remojado (hay que darle la vuelta) lo pasamos por el huevo y de ahí a la sartén a fuego medio. Freímos las torrijas por ambos lados hasta que estén doradas y las dejamos escurrir en una fuente con papel de cocina que absorberá el aceite sobrante. Por último, hacemos una mezcla de azúcar con canela en polvo y la espolvoreamos por encima. Dejamos enfriar las torrijas y ya están listas para comer.