Cuando estamos a punto de que se cumpla un año desde que la OMS ante la situación de emergencia ocasionada por el brote de coronavirus lo declaró pandemia, todavía hay muchas recomendaciones que, o no están claras, o van cambiando a medida que tenemos más información respecto a la incidencia de la enfermedad en nuestras vidas y algunas de las medidas o herramientas para terminar con ella. Así, no fue hasta el mes de mayo que la comunidad científica empezó a insistir en la conveniencia de usar mascarillas además de mantener una estricta distancia social y otro tipo de medidas de restricción.
Desde su recomendación, el uso de mascarillas no ha estado exento de polémica por el tipo de mascarilla que es más eficiente, por el uso de esta en cualquier circunstancia o por el material con el que están realizadas.
Precisamente esta semana, la OMS volvía a prestarle atención al tema de las mascarillas publicando una serie de consejos respecto a las mascarillas de tela. Así, la máxima institución sanitaria recomendaba que las mascarillas de tela deben ser de triple capa y no disponer de válvulas.
Respecto a las mascarillas con válvulas, hace tiempo que en España, estas mascarillas denominadas «egoístas» se prohibieron excepto para el uso profesional, pues se ha demostrado que tan solo protegen al usuario que las porta, pero no a los demás, por lo que no sería eficiente para frenar la pandemia.
Respecto a las mascarillas de tela, la OMS insiste ahora en las tres capas, recomendando además que la capa interior, la que está en contacto con nuestra boca y nariz sea de algodón absorbente, la capa intermedia de polipropileno y y la externa, o bien de polipropileno o cualquier tejido que sea resistente a la humedad.
Pero además, la OMS va más allá e insiste en que para que las mascarillas sean eficaces deberán contar con los certificados pertinentes que demuestran que han sido suficientemente testados y garantizan la filtración. También insiste en el correcto uso que debemos hacer los ciudadanos de las mascarillas no sólo respecto a su correcto uso y posición, cubriéndonos boca, nariz y barbilla, sino también a no continuar utilizándolas una vez han superado los ciclos de lavados establecidos para cada una.
Parece que todavía nos queda bastante tiempo en el que las mascarillas estarán presentes en nuestra vida, habrá que estar atentos a la OMS y el resto de autoridades, pues como decíamos al principio las recomendaciones y consejos sobre estas se van actualizando a partir de las evidencias que va dejando el paso del tiempo.