La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha afirmado este jueves, con motivo del Día Internacional de la Mujer, que la sociedad española «progresista y feminista» supone un «impulso» para conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres y cerrar las brechas de género.
Calviño, que ha clausurado la jornada ‘Hacia la igualdad efectiva de la mujer’ en la sede del Ministerio de Economía, ha destacado que para lograr la plena igualdad es «muy positivo» que España cuente también con un Gobierno «progresista y feminista», que ha dado un «impulso muy importante» a las políticas de igualdad, como la equiparación de los permisos de paternidad colocando al país en la «vanguardia mundial» o elevando casi un 30% el SMI y las pensiones más bajas, «que tienen cara de mujer».
Asimismo, Calviño recordó que el Gobierno ha incorporado la igualdad de género como uno de los cuatro ejes que vertebran el Plan de Recuperación y Resiliencia, y que va permear de forma transversal todos los proyectos del citado plan.
«A este ritmo, la igualdad real tardará 100 o 200 años en llegar y no nos lo podemos permitir, ni nuestras hijas ni nuestros hijos se lo merecen, por lo que tenemos que poner todo de nuestra parte para acelerar este proceso. España es una sociedad muy progresista e igualitaria y sobre esta base es sobre la que tenemos que seguir trabajando con convicción», subrayó.
La ministra también defendió la necesidad de dar «mayor visibilidad» a las mujeres que realizan profesiones relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería o las matemáticas (STEM por su acrónimo en inglés) y ofrecer a las niñas «ejemplos reales» de que la mujer «no tiene límites» y puede dedicarse a lo que desee.
En este sentido, dijo que las profesiones STEM van a generar buena parte de los empleos del futuro y que, por ello, la recomendación más práctica que se puede hacer a las niñas es que ante la duda, estudien una carrera STEM.
Por último, Calviño indicó que a pesar de lo que se ha avanzado en los últimos 40 años, las mujeres mantiene un gap en términos de tasa de paro, tasa de actividad y empleo o brecha salarial, que se agrava con la llegada de la maternidad.