Cádiz. Un taller de carpintería mecánica licita a un concurso para renovar las barandillas del puerto de la ciudad… y gana. El valor del concurso es de 80.000 euros. Tras esta experiencia se presenta a otros dos concursos, y vuelve a salir vencedor. ¿Resultado? Este autónomo contrata a dos personas. “Muchos concursos de importes pequeños se quedan desiertos porque no se presenta nadie”, afirma Gádor Espinosa, fundadora de iTenderspro.
Se trata de un agregador de licitaciones, un buscador que permite, en pocos segundos, ver cuáles son las compras públicas existentes en ese momento. Una brújula para navegar en el mar de los contratos públicos de fácil uso para pymes y autónomos. Un dato: en un mes, puede haber más de 10.000 nuevas licitaciones. Una cifra que, una vez que empiece a funcionar el plan de resiliencia con los fondos de la UE, aumentará.
“Licitar no es tan difícil. Es como presentar la declaración del IVA”, sostiene la creadora de iTenderspro. Porque la ley se cambió para hacer más democrático su uso. “En licitaciones no gana el mejor, sino el más informado”, añade Gádor Espinosa. E, informados, no hay tantos.
De hecho, únicamente el 1% de las empresas son activas en contrataciones públicas. Dicho de otra manera, sólo 30.000 están al corriente de estas prácticas del total de casi tres millones existentes, entre empresas y autónomos. “Cualquiera puede licitar. Pero el público, en general, no lo sabe”, se lamenta Gádor Espinosa. Años atrás, siete de cada diez euros se los llevaban entre una decena de empresas. Ahora no es así. “La única manera de eliminar la corrupción es la visibilidad”, resalta.
SALVAVIDAS PARA AUTÓNOMOS
Cuando se oye la palabra licitar, lo primero que viene a la cabeza son carreteras, puertos o aeropuertos. O cualquier otro tipo de infraestructura. Sin embargo, en la actualidad, el abanico es amplísimo. La mayoría son servicios y suministros. Por ejemplo, hay licitaciones para llevar bares públicos, de compras de botas, de trabajos de costura, compra de papel para impresora… incluso economistas para hacer presupuestos en pequeños ayuntamientos o peluqueras para centros de mayores.
En momentos como los actuales, de dura crisis económica, las licitaciones públicas pueden ser un salvavidas para muchas empresas y autónomos. “Se ha reducido todo. Se puede hacer en un fin de semana, no tiene que gastar ni papel, y todo es electrónico”, señala la fundadora de iTenderspro. Cuando la licitación caduca, se quita automáticamente.
La startup iTenderspro utiliza más de 160 algoritmos y ofrece tres modelos de suscripciones: uno gratuito, accediendo a 30 licitaciones al mes; otro básico, de 10 euros al mes, que permite búsquedas ilimitadas; y el denominado Plan Pro (de 29,17 euros), con acceso ilimitado y que lee los pliegos con algoritmos de procesamiento de lenguaje natural.
Desde el año 2018, y gracias a la Ley de Contratos del Sector Público, las compras se dividen en lotes. También posibilita participar a empresas sin experiencia, algo que era impensable con anterioridad. Sin olvidar que, para aquellos que piensen que no van a cobrar, existe lo que se denomina como ‘seguridad de cobro’, que hace que sea imposible anunciar una licitación si no hay dinero para pagarla.
En el próximo lustro, 140.000 millones de euros serán movidos por las administraciones públicas. “Sin duda será un revulsivo para la actividad económica de autónomos y pymes si participan en los procesos de licitación que se generarán”, concluye Gádor Espinosa.