Sacyr se ha comprometido a realizar unas inversiones totales por valor de 5.000 millones de euros, que permitirán multiplicar por cinco el beneficio neto que registró en 2020 y seguir creciendo en su negocio de concesiones.
Así lo ha avanzado el presidente y consejero delegado de la constructora, Manuel Manrique, durante la presentación de resultados con analistas, en la que ha trasladado la intención de la compañía de seguir reduciendo su deuda actual de 5.212 millones a lo largo del año.
De esta forma, el objetivo es cerrar el ejercicio 2025, año en el que concluirá su actual plan estratégico, con una reducción a la mitad de su ratio de endeudamiento con recurso, hasta representar 1,5 veces su Ebitda con recurso y las distribuciones y dividendos.
Las líneas generales de este plan estratégico plantean el objetivo de alcanzar unos ingresos de 5.500 millones de euros en 2025, un 22% por encima de los de 2020, un Ebitda de 1.200 millones, un 65% superior, y un beneficio neto de 200 millones, frente a los 35 millones que ganó el año pasado.
De las inversiones totales de 5.000 millones de euros, un 20% procederá de ‘equity’, es decir, del propio valor de la compañía. De estos 1.000 millones, 390 millones ya están comprometidos, mientras que cuenta con 610 millones en fase de crecimiento.
Manrique ha explicado que el plan también contempla la concesión de 12 nuevos proyectos a lo largo de este periodo de tiempo, de forma que evolucionen a un ritmo de entre 2 y 3 cada año, aunque se ha mostrado «convencido» de que la cifra final será superior.
«De 10 concesiones que elegimos, cuatro las desechamos por su situación geográfica, por el riesgo que supone o por las condiciones de los pliegos. De las 6 que estudiamos en los últimos 10 años, hemos acertado en 2, es decir, un éxito del 33%», ha explicado.