Tras completar la venta de su 22,5% en Imagina a la china Orient Hontai con jugosas plusvalías -en una operación valorada en 1.900 millones de euros-, el financiero madrileño Juan Abelló, uno de los hombres más ricos de España, tiene previsto volver a hacer caja este mismo mes de abril. Esta vez será con una compañía al que le une un fuerte vínculo afectivo: Alcaliber, el mayor fabricante y distribuidor de morfina y tebaína del mundo, fundada por su padre y, sin duda, una pieza clave en la consolidación de su imperio.
Sus orígenes se remontan a la década de los 70, pero quizá sea la empresa menos conocida de la cartera de Torreal, el brazo de capital riesgo de la familia Abelló. Su “joya de la corona en la sombra”. Aunque es un referente mundial en la industria global de estupefacientes, la española había logrado mantenerse al margen del ruido mediático hasta que, a finales del año pasado, colgó el cartel de “se vende”.
Desde febrero, Miguel Abelló Gamazo, el hijo de 39 años del empresario madrileño, está al mando de Torreal como vicepresidente ejecutivo, encarando lo que ya muchos interpretan como la futura sucesión del holding financiero. Pero el relevo generacional no ha cambiado su esencia. Si algo caracteriza a Torreal es la discreción y el silencio, sus rasgos más distintivos junto a la flexibilidad en el horizonte temporal y en la estrategia de inversión, al contar con un único accionista. El private equity de Abelló gestiona en exclusiva el patrimonio familiar desde 1990.
Aunque las negociaciones no han concluido, Abelló tiene previsto cerrar la venta de Alcaliber en algún momento a lo largo de este mes de abril. Nadie puede ni quiere hablar hasta que no finalice el acuerdo, -cualquier filtración puede echar al traste la operación- pero, pese a la férrea confidencialidad que rodea el proceso competitivo, abierto y coordinado por Rothschild, algunas fuentes financieras dan como ganador al private equity Global Healthcare Opportunities (GHO Capital Partners). Aunque no partía como favorito, el fondo londinense, especializado en inversiones en el sector sanitario, se habría impuesto en la puja a los otros tres finalistas: dos fondos españoles -Alantra Private Equity y Proa Capital- y Canopy Growth, la mayor productora de cannabis del mundo, que también ha analizado seriamente la compra e incluso una posterior fusión con la española. Entre los pretendientes había también otros tres fondos con larga trayectoria en la industria de private equity en España: Charterhouse, Bridgepoint y Permira.
Lo que en principio parecía una reñida puja entre financieros parece haber derivado en una negociación bilateral en exclusiva con GHO Capital. Según fuentes financieras, Abelló y Sanofi piden entre 200 millones de euros ($248 millones) y 250 millones de euros ($304 millones) por la totalidad de Alcaliber. La cifra supone valorar la compañía en un múltiplo implícito elevado, cercano a 12-15 veces ebitda (beneficio operativo). Desde 2005, Alcaliber ha triplicado su facturación y ha disparado sus ganancias. La compañía logró beneficios récord en 2016, al registrar un resultado neto superior a los 10 millones de euros, un 11% más que en el ejercicio anterior, e incrementar un 2,1% su facturación, hasta los 61,7 millones de euro
Las cifras de Alcaliber
AÑOS | BENEFICIOS €M |
VENTAS €M |
2016 | 10,37 | 61,78 |
2015 | 9,29 | 60,48 |
2014 | 7,31 | 54,17 |
2013 | 6,45 | 48,29 |
Torreal tiene el 60% del capital, compartido con la farmaceútica francesa Sanofi, propietaria del 40% restante. No está claro si la compra se ceñirá a la participación de Torreal o será por el 100% del capital. Los planes de la familia Abelló podrían pasar por continuar vinculada a la compañía como socio minoritario para aprovechar el potencial del cannabis medicinal: un negocio floreciente, en plena ebullición internacional y al que Alcaliber acaba de dar el salto.
Los primeros pasos de Abelló
Presidida por el propio Juan Abelló, Alcaliber tiene unos 130 empleados y domicilio en las Torres de Colón de Madrid. Su origen data de 1973, cuando el Gobierno autorizó a Laboratorios Abelló a cultivar y producir extractos de opio de Adormidera, pero la familia Abelló está históricamente ligada al negocio del opio en España. En 1925, Juan Abelló Pascual, el químico nacido en Reus y padre del multimillonario, fundó la histórica Fábrica de Productos Químicos y Farmacéuticos Abelló. En 1978, el propio financiero madrileño se doctoró en Farmacia y, casi una década después, en 1987, Alcaliber fue la única filial de Antibióticos que Abelló y su entonces socio, Mario Conde, decidieron conservar al vender la empresa a la multinacional italiana Montedison. Al descolgarse de aquella operación, un hito en la historia empresarial privada española, la compañía forjó sus primeros pasos hacia lo que es hoy.
La empresa española exporta el 93% de su negocio -especialmente a EE.UU. y Reino Unido- y controla, con autorización del Ministerio de Sanidad, toda la cadena de valor del opio legal en España, desde la siembra hasta la cosecha y exportación del producto. Según su web, desde los años setenta desarrolla y gestiona sus propios cultivos de Adormidera (Papaver somniferum) en España y extrae sus alcaloides -morfina, codeínas- empleados en numerosos fármacos.
Gestiona, por tanto, todo el proceso, desde el cultivo hasta la producción de sus principios activos derivados. Pero, más allá de la morfina, donde tiene una cuota global del 27%, Alcaliber tiene los ojos puestos en otro reto: convertirse en líder del floreciente mercado del cannabis medicinal. Un jugoso pastel en el que ha entrado de lleno diversificando sus fuentes de ingresos y haciendo crecer su atractivo entre los potenciales inversores. La ola de cambios legales dirigidos a abrir el mercado de la marihuana legal en el mundo genera oportunidades de negocio que ya están aprovechando los más avezados y Torreal tampoco se queda atrás. De hecho, la empresa española atraviesa una suerte de transición, todavía por completar, de los opiáceos al cannabis medicinal, ampliando su negocio, disparando su potencial de crecimiento y engordando sus ventas anuales.
En octubre de 2016, Alcaliber se convirtió en la primera empresa española en obtener la licencia para el cultivo, producción, fabricación, importación, exportación, distribución y comercialización de cannabis para la industria farmaceútica. Desde esa fecha, gran parte de sus esfuerzos y recursos se dirigen en esa dirección. Por eso, el año pasado anunciaba su alianza estratégica con Canopy Growth, el gigante del cannabis cotizado en Bolsa y uno de los candidatos que pasaron a la puja final por la española. Este importante acuerdo permite a Alcaliber cultivar marihuana medicinal a partir de semillas de la empresa canadiense.
Ciclo de producción
Jordan Sinclair, un portavoz de la canadiense, explicaba cómo tras la alianza, Canopy Growth licencia a Alcaliber variedades y semillas para su cultivo y posterior distribución a nivel mundial: «tenemos una excelente relación de trabajo con Alcaliber para cultivar cannabis en España. Esa relación puede prosperar y prosperará bajo cualquier estructura accionarial o de propiedad”. Y todo apunta a que así será, más allá de cómo se resuelva finalmente la puja por la española.
De hecho, desde el próximo 1 de julio ya será legal la venta y el uso del cannabis medicinal y recreativo en Canadá. En lo que se refiere al cannabis, el país norteamericano está a la cabeza. Legalizó la marihuana medicinal en 2001 y este verano dará luz verde a la venta de cannabis para adultos. Si Canadá acepta la hierba de recreo como está previsto, se convertirá en el segundo país del mundo y el primer país desarrollado en hacerlo. En enero de este año, California se convertía también en el séptimo Estado de EE.UU. en permitir la venta y el consumo recreativo de marihuana, cuyo uso medicinal es legal en 29 de los 50 Estados del país. En definitiva, la regulación ha hecho florecer un ecosistema inversor alrededor del cannabis medicinal, un mercado que algunos analistas cifran en unos 8.000 millones de euros.
¿Será Saba la siguiente?
Para Torreal, la desinversión de Alcaliber supondría su segunda operación en pocos meses, desde que Miguel Abelló asumiera los mandos y tras la venta de su participación del 22,5% en Imagina a Orient Hontai. Tras largos meses de negociaciones, en febrero se completaba por fin la compra del 53,5% de la empresa propietaria de Mediapro por €1.015M por parte de la china, dando salida a Abelló tras 11 años en el capital.
Su inversión más reciente -cerrada el pasado mes de enero- fue la toma de control de Aernnova, la empresa heredera del negocio aeronáutico de Gamesa, junto a TowerBrook Capital Partners y Peninsula Capital por unos €900M, deuda no incluida. Antes, se hizo con el grupo de gimnasios Ingesport junto a Mutua Madrileña por unos 300 millones de euros, en una operación con la que su antiguo propietario, el fondo de capital riesgo Corpfin, logró un retorno superior a 4 veces el capital invertido. Otra de sus operaciones más jugosas, la venta de Pepe Jeans al fondo libanés M1 y a L Capital Asia en 2015 por 720 millones de euros, ha pasado a la historia como una de las grandes transacciones protagonizadas por la moda española de las últimas décadas.
Pero, tras la venta de Alcaliber, en la cartera industrial de Abelló todavía queda mucho valor latente. Junto a Talgo, otra de sus grandes participadas es Saba Infraestructuras, especializada en aparcamientos donde entró en 2011 y donde se anticipa un inminente cambio de accionistas. En concreto, Torreal compró el 78,06% de Saba a Abertis junto a CaixaHolding y Proa Capital hace siete años y, meses más tarde, KKR entró también en el capital como socio minoritario. Las valoraciones de Saba se mueven en múltiplos de entre 12 y 14 veces ebitda (beneficio operativo) que, en 2017, fue de unos 100 millones de euros. Los fondos minoritarios han anunciado en varias ocasiones su intención de desinvertir. Aunque en los últimos años ha habido varios intentos de venta de Saba e incluso de salidas a Bolsa, ninguno ha prosperado. De momento. Entre otras cosas, por la negativa de Criteria Caixa, que controla el 50,1% del capital, a abandonar su posición de control en Saba, pero esta situación podría cambiar en breve.
Según fuentes financieras, Criteria mantiene negociaciones muy avanzadas con Torreal, Proa y KKR para hacerse con el 100% de Saba. Para el hólding industrial de La Caixa sería su primera gran inversión tras la eventual salida de Abertis, con la que engordará sus bolsillos y ganará músculo financiero para acometer la adquisición. El otro rumor presente en el mercado sobre Saba apunta en otra dirección: la venta de la compañía al fondo Arcus Infraestructure, que estaría dispuesto a quedarse con el grupo por unos 1.400 millones de euros ¿Cuál será el desenlace final de la gestora de aparcamientos presidida por Salvador Alemany? Sólo el tiempo lo dirá. De momento, Saba tiene marcada una fecha en rojo en su calendario: el próximo 9 de mayo, día de su próxima Junta General de Accionistas en la que propondrá, entre otras cosas, el reparto de un dividendo de 19,95 millones de euros.