OHL registró unas pérdidas netas de 151,2 millones de euros durante el año pasado, lo que supone un incremento del 5,7% respecto a los ‘números rojos’ de 143 millones obtenidos un año atrás, como consecuencia del impacto que la crisis económica derivada de la pandemia generó el año pasado en su negocio.
En concreto, el grupo participado por los hermanos mexicanos Amodio se anotó un impacto de 35 millones de euros a nivel operativo tanto en su negocio industrial como en el de construcción, así como otros 36 millones de euros en su división de desarrollos.
Este último impacto responde a las participaciones financieras en los proyectos turísticos de Canalejas y Ciudad Mayakoba. Si a todo esto se suma el deterioro de la deuda de Grupo Villar Mir y Pacadar, valorado en otros 38,5 millones de euros, explica el resultado negativo de la constructora el año pasado.
Así, OHL consiguió pasar un año marcado por la pandemia de coronavirus con una rebaja del 4,4% de sus ingresos, que ascendieron a 2.830,7 millones de euros, aunque con un resultado bruto de explotación (Ebitda) incluso superior en un 4,2% al de 2019, de 67,5 millones de euros.
La compañía prosiguió el año pasado con su internacionalización, de forma que el 76,4% de la cifra de negocio total provino del exterior. Estados Unidos representa el 42,0% del total, Europa un 37,3% y Latinoamérica, cerca de un 19%.
En este sentido, OHL alcanzó una contratación de 2.760 millones de euros, un 3,5% más que en 2019, destacando el comportamiento de su actividad en Estados Unidos, que ha contribuido a la cartera de construcción con 1.354 millones de euros, compensando la caída experimentada por Latinoamérica y Europa por los efectos de la pandemia.
LIQUIDEZ DE 664 MILLONES
La cartera a 31 de diciembre de 2020 estaba integrada por proyectos que sumaban un importe total de 4.962,1 millones de euros. Europa representa un 45,1% de esta cifra, Estados Unidos un 37,3% y Latinoamérica un 16,3%.
La compañía contaba también con una posición de liquidez con recurso de 664,3 millones de euros, tras proceder el pasado mes de marzo a la amortización de los 73,3 millones de euros de saldo vivo del bono emitido en 2012, operación que permitió reducir el apalancamiento de la compañía.
OHL defiende que este año, coincidiendo con su 110 aniversario, supondrá «una nueva etapa con la estructura de balance y financiera fortalecida». Con todo ello y tras un año marcado por la pandemia, prevé «dar un paso más hacia la completa normalización de su negocio».