sábado, 14 diciembre 2024

La digitalización es una prioridad para las financieras

Las asociaciones entre bancos y fintech podrían suponer uno de los factores más disruptivos para el sector financiero en los próximos años y convertirse en la base de un significativo avance en el uso de la tecnología por parte del sector. La digitalización y la adopción de tecnología moderna es, con razón, una prioridad principal para las instituciones financieras.

Con los bancos siendo desafiados en muchos frentes, desde la regulación, el desarrollo tecnológico y las cambiantes expectativas de los clientes, éstos deben encontrar nuevas formas de seguir siendo competitivos y relevantes. En este sentido, la colaboración y asociación entre las grandes financieras y las fintech facilita que los bancos ya no tengan que desarrollar sus propios sistemas y pueden liberar recursos significativos para ofrecer mejores servicios y productos.

Un banco típico en Europa utiliza hasta el 80% de su presupuesto de TI exclusivamente en el mantenimiento de sistemas antiguos, muchos de ellos totalmente obsoletos y desarrollados en la década de 1970. Con una gran parte de los recursos del banco derivándose al mantenimiento de sistemas viejos, hay poco espacio para desarrollar nuevas soluciones destinadas a satisfacer las demandas cambiantes de los clientes.

Una opción es realizar una revisión integral e intentar construir una máquina nueva y más eficiente que pueda reemplazar el viejo sistema TI

Esto no significa necesariamente que un banco no pueda ofrecer una experiencia digital decente a sus clientes, pero la situación es insostenible a largo plazo y significa que el banco es ineficiente, inflexible y carece de escalabilidad (capacidad para adaptarse tecnológicamente sin perder calidad). Además, mientras el banco se enreda en las complejidades de su propio sistema obsoleto, corre el riesgo de ser superado por la competencia y, en última instancia, perder ante aquellos que puedan ofrecer una mejor experiencia digital.

La digitalización acorta los tiempos

Obviamente, las mejoras incrementales continuas no son sostenibles y a veces se requiere una estrategia alternativa, especialmente para los bancos más grandes. Una opción es realizar una revisión integral e intentar construir una máquina nueva y más eficiente que pueda reemplazar el viejo sistema TI. Sin embargo, tales proyectos pueden tardar mucho tiempo en implementarse y puede ser difícil hacer los cambios mientras se mantiene el sistema actual en ejecución.

Sabemos que el gran riesgo para los proyectos de TI a gran escala es que pueden ser significativamente más caros de lo que inicialmente se esperaba o retrasarse significativamente y estos riesgos aumentan con el tamaño del proyecto. Y tales proyectos solo generan flujo de efectivo cuando finalmente se terminan. Al establecer asociaciones para ofrecer nuevas soluciones a los clientes, el tiempo de comercialización es mucho más corto y las asociaciones a menudo se basan en el reparto de ingresos, por lo que el riesgo para el negocio es completamente diferente. En pocas palabras, el banco solo paga por la infraestructura proporcional a la cantidad que utiliza, lo que supone una «cobertura» perfecta del riesgo comercial.

Creemos que las asociaciones y la subcontratación son las alternativas clave para bancos grandes y pequeños que ayudan a dar soluciones a los clientes de una manera eficiente y flexible. Un banco debe enfocar sus esfuerzos en sus competencias centrales, al tiempo que establece asociaciones que respaldan la tecnología que sustenta el resto de la cadena de valor.

Se requiere diligencia para considerar cuidadosamente qué partes del sistema tecnológico se mantienen, abandonan o desarrollan, y en consecuencia qué procesos deben subcontratarse. Sin embargo, no creemos que tenga sentido para cada empresa asociada desarrollar y mantener sus propios sistemas para cubrir toda la cadena de valor. Esto fue lo que sucedió con el desarrollo de sistemas de CRM, donde hace 10-15 años las compañías desarrollaron su propia tecnología. Hoy las empresas compran sistemas CRM «como servicio». Del mismo modo, la infraestructura en el sector financiero se está convirtiendo en un producto comercial, donde cualquier ajuste se puede aplicar directamente y crear valor desde el primer día. Esto es mucho más eficiente y flexible.

Sin embargo, la industria financiera es compleja y está altamente regulada, y los proveedores de software podrían no ser capaces de navegar en estas aguas de manera rápida y eficiente. Es por eso que establecer una asociación con otras instituciones financieras que puedan ofrecer su competencia central como «Banking-as-a-service» es una solución muy relevante. Una institución financiera que atiende a sus propios clientes directos y ofrece «Banking-as-a-service» es un socio que «toma su propia medicina» y, por lo tanto, tiene los incentivos adecuados para mantenerse al día con el desarrollo, los cambios normativos, etc.

 


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