Durante los últimos dos años, Cimic ha sido un constante dolor de cabeza para ACS. La filial fue parte importante en la caída de resultados del grupo presidido por Florentino Pérez. Así, por ejemplo, y durante 2019, perdió 630 millones de euros. Eso se debió a la venta de una parte de este negocio. Ahora, Cimic ha llevado a cabo la venta del 45% que todavía mantenía en la constructora con sede en Dubai. Lo ha hecho a Sald Investment, una firma de inversión de Arabia Saudí. De esta manera, se llevo a cabo la salida definitiva de Oriente Medio, y deja atrás una pesadilla.
Volviendo a 2019, el impacto negativo de la desinversión se valoró en más de 1.100 millones de euros. Cantidad que quedó reflejada en los estados financieros de dicho año. La consecuencia fue un agujero en las cuentas consolidadas del grupo de unos 400 millones de euros.
Consecuencia de esta particular marejada, Cimic cambio los órganos de gobierno. Así, Michael Wright fue sustituido en su cargo como consejero delegado, cargo que cayó en el español Juan Santamaría. Marcelino Fernández Verdes, presidente de la filial australiana y consejero delegado de ACS, dijo entonces que la intención del grupo era centrarse en otros países como Australia, Nueva Zelanda, y Asia Pacífico. También ensalzó las virtudes de Santamaría.
Cimic está controlada al 76,7% por Hochtief, constructora alemana de la que, a su vez, ACS ostenta el 50,4% del capital. Por tanto, consolida globalmente en sus cuentas.
TRANSACCIÓN EN CIMIC
El comprador, Sald Investment, adquiere con esta transacción la participación del 45% de Cimic en BICC, así como el 55% restante que la firma australiana no controlaba, a ‘efectos nominales’, es decir, sin impacto actual en las cuentas, ya que su efecto había sido incluido con anterioridad.
No obstante, Cimic ha acordado en esta operación contribuir con «una cierta cantidad de fondos» en BICC, aunque la compañía asegura que esto no supondrá un aumento de su exposición en el mercado de Oriente Medio.
En 2021, Cimic ha ganado un contrato en Australia por un montante de 1.500 millones de dólares australianos (más de 950 millones de euros). La filial australiana de ACS operará y mantendrá durante los próximos tres años una infraestructura ferroviaria en el estado de Nueva Gales del Sur.
La filial de ACS consiguió durante 2020 un beneficio neto de 396 millones de euros. Así, se produjo un retorno a los números verdes tras las pérdidas de 2019. En dicho año, fueron de 630 millones de euros. El beneficio comparable fue de 371,5 millones de dólares, muy por debajo de los conseguidos durante los tres años anteriores. En ese periodo, llegaba casi a los 600 millones cada año.
Otras magnitudes destacadas de Cimic fueron: los ingresos fueron de 5.414 millones de dólares (9.850 millones de euros), un 10,4% menos. En el caso del resultado bruto de explotación (Ebitda), llegó a 1.026 millones de dólares (655 millones de euros), un 16,5% menos.