miércoles, 11 diciembre 2024

La estafa a taxistas de Barcelona por un corredor de seguros sin escrúpulos

Un grupo de taxistas ha denunciado ante la Policía Nacional a V.R.M. por haberles presuntamente estafado en los seguros del auto. El supuesto estafador se presentaba como un «bróker» de seguros, con más de una veintena de años de experiencia en el sector del taxi. Según sus redes sociales, V.R.M. ha trabajado para importantes aseguradoras y atesora títulos universitarios y másters relacionados con el sector.

«Se presentaba como experto en seguros, pero especializado en el sector del taxi», según ha indicado Carlos Rodríguez, portavoz de los afectados, en una conversación con MERCA2.ES. En total hay una docena de Barcelona, aunque se espera que el número aumente a raíz del escrito presentado. Según ha explicado, la correduría del presunto estafador está afincada en Salamanca y ha denunciado los pocos escrúpulos de V.R.M. a la hora de embaucar a compañeros del sector.

Además, no sólo hay damnificados en Barcelona, sino también de otras provincias, como Madrid, Málaga y Castilla y León. Éstos no son los únicos afectados presuntamente por V.R.M. Según consta judicialmente, tiene en su contra una sentencia no firme en un juzgado de las Islas Baleares por este mismo motivo, estafar a taxistas presuntamente. La sentencia le condenó a 21 meses de cárcel y una multa.

UN «BRÓKER» QUE ENGAÑÓ PRESUNTAMENTE A UNA CONOCIDA REVISTA

V.R.M. se presentaba como un gran conocedor del taxi. Convenció a importantes medios de comunicación relacionados con el sector para insertar su publicidad. Entre ellos, una conocida revista de Barcelona, por la que contactó Rodríguez, y cuya publicidad ha dejado sin pagar, según las fuentes consultadas.

El ‘modus operandi‘ en este presunto caso de estafa se repite entre todas las víctimas. La diferencia radica en las cantidades, de entre 350 a más de 1.000 euros, un montante importante para un sector muy golpeado por la pandemia, con caídas en la facturación de más del 70% de media, y del 80% en otros.

El seguro del taxi tiene un precio muy elevado respecto al de un conductor particular. Al estar incluso 24 horas circulando, con un turno medio de unas 16 horas diarias, los precios oscilan entre los 2.000 y más de 3.500 euros por vehículo.

UNA LLAMADA, EL INICIO DE LA PESADILLA

A Rodríguez le vencía el seguro en septiembre del pasado año, un mes antes buscaba otras alternativas con la intención de ahorrar y conseguir un mejor precio. Habló, preguntó y se interesó por las ofertas de varias aseguradoras, pero buscaba una reducción del precio. Tras ojear varias publicaciones encontró el anuncio de V.R.M., llamó. «Me vendió la moto», recuerda, tras sospechar por el bajísimo precio ofertado, más de la mitad de lo acostumbrado en el sector.

Sin fiarse de la palabra de V.R.M., el taxista admite que el presunto estafador le convenció «para abonar una reserva y evitar así que la aseguradora pudiera modificar el precio pactado«. Antes de realizar el pago, preguntó a sus contactos en el sector, algunos dirigentes de asociaciones, que le dieron buenas referencias. De esta forma, pagó los 350 euros de la reserva. A cambio sólo recibió copias de documentos con datos ilegibles.

Según comenta el conductor del vehículo a este medio, «me mandaba documentos donde no aparecía su nombre o éste estaba muy borroso. Tuve que decírselo varias veces para poder obtener una imagen nítida de la póliza«. V.M.R. le puso todo tipo de excusas. «Me dijo que eran fallos informáticos, pero al final me mandó una póliza» aparentemente en regla, pero falsificada. «Él mismo había puesto un número inventado en la póliza», dice.

UN AVISO A LA GRÚA ENCENDIÓ LAS ALARMAS

Una avería con el vehículo le abrió los ojos. La llamada a la aseguradora destapó toda la estafa. «Sus datos no se encuentran en la base de datos», le apuntaban desde una conocida compañía. Tras investigar y llamar una y otra vez, se dio cuenta de que la póliza «es falsa». «Muchos taxistas tenemos ahora el mismo problema«, unos en una situación más grave. Además, preguntó referencias a una de las cooperativas del taxi. Le confirmaron que V.R.M. era «de fiar», sin dar ningún dato malo. Al contrario, le dijeron en septiembre que ninguno de los asociados que contrató el seguro con el presunto estafador había tenido problema alguno. Corría el mes de septiembre entonces, pero en febrero apenas unos meses más tarde, le dijeron que «ya habían tenido problemas».

Tras varios encontronazos posteriores con V.R.M, éste le devolvió el dinero, pero el taxista se puso en el lugar de otros compañeros posiblemente estafados. Mientras la cooperativa guardaba silencio sobre estos hechos, este taxista no bajó los brazos y movió sus contactos para pedir ayuda. Dio con Taxi Project, que puso enseguida toda su maquinaria para amparar al taxista y al resto de su compañeros que se han unido en la plataforma.

LA LABIA, LOS MODALES Y LA EDUCACIÓN, LAS ARTIMAÑAS

Otro caso es el William, uno de los que más dinero dio a V.R.M. Antes de la estafa era socio de una cooperativa del taxi, como Rodríguez, pero la falta de apoyo le llevó a darse de baja de la misma. Como al resto de presuntos estafados por V.R.M., le vencía la póliza y se puso a intentar obtener un mejor precio en el año más duro en el sector que se recuerda en décadas. «La cooperativa promocionaba los seguros de V.R.M., y para ayudar no dudó en contratarlo», recuerda en un acto de apoyo al resto de socios. No conocía la pesadilla que viviría después.

«Facilité mis datos en la solicitud y la envíe», ha recordado. «A los pocos días, el corredor de seguros me llamó y me dio un presupuesto con unas condiciones muy buenas», señala. «Era muy amable, conocía el sector muy bien. Se presentaba como un profesional y nada me hizo sospechar», indica. Este taxista atravesaba una situación muy complicada en casa, ya que el taxi es el único sustento de la familia. Entre su hijo y él hacen se reparten los turnos de trabajo y 1.150 euros suponen un quebranto importante para sobrevivir. «Durante esta crisis hemos tenido que pedir prestado y endeudarnos para afrontar los gastos…», suspira.

CONDUCIR UN TAXI SIN SEGURO DURANTE UN MES

El caso de William es más grave. «Con la que estaba cayendo y con esta oportunidad caí en la red», admite. Presuntamente V.R.M., le ofreció un contrato fabuloso que pagó «de una». Aún así, pidió referencias y obtuvo respuesta positiva de la cooperativa, que a su juicio debía haberse hecho responsable «al menos en parte» de este entuerto.

Tras dar muchas vueltas y llamadas, recibió la reserva de su póliza, cuyo número también estaba falsificado, y una identificación borrosa. Además, en los datos aparecen errores, como la matrícula del vehículo y su hijo, como conductor habitual. Pese a ello, ingresó el dinero.

«Un mes después de hacer el ingreso -continúa- nos dimos cuenta que la compañía no había cobrado«, ha denunciado. La gran aseguradora que en teoría había contratado le confirmaba los peores temores. Su póliza no estaba en la base de datos un mes después. En ese tiempo, tanto él como su hijo condujeron por las calles de Barcelona sin tener los papeles en regla, un motivo más que suficiente para haberse quedado sin licencia, y por tanto sin sustento para llevar a casa.

«Si hubiéramos tenido un accidente nos habría buscado la ruina«, ha dicho. William ha cumplimentado un último trámite antes de sumarse a la demanda y se ha dado de baja de la cooperativa a la que pertenecía. «Estoy decepcionado con su actuación. No he tenido el apoyo, ni tampoco se han movido para buscar una solución pese a que fueron ellos los que nos presentaron a V.R.M.».


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