La crisis del coronavirus se está convirtiendo en una gran oportunidad para las familias europeas acaudalas. Así, el grupo familiar suizo Maus Frères, propietario de la icónica marca Lacoste, se lanzó al comienzo de la misma a rastrear el mercado con el cometido de expandir su negocio textil por todo el mundo. Ahora, ese afán comprador podría haberse centrado en España, tras años reordenando y acomodando su estructura en el país. De hecho, la compañía hizo una inyección millonaria a sus de sus filiales de desarrollo operativo en el país, recientemente.
En concreto, la matriz gala de la marca del cocodrilo ejecutó una ampliación de capital en la sociedad Devanlay Ventures España por 14 millones de euros el pasado 8 de febrero, según muestra el Registro Mercantil. La filial está totalmente controlada por Lacoste Solutions, después de que asumiera el mando de la misma a finales de mayo de 2018. Hasta entonces, la actividad de la compañía había sido la coordinación de las operaciones del grupo en Latinoamérica. De hecho, de ella cuelgan filiales en Uruguay, Brasil, Chile o Argentina.
Aunque también tiene lazos con otras firmas operativas españolas. La inyección, además, se produce no solo en mitad de una ofensiva de la familia suiza para obtener activos, sino también tras años reordenando su estructura en España. Un camino que empezó en 2017 cuando adquirió la totalidad de su negocio en el país a la familia Basi que, hasta ese momento, operaba la enseña francesa de 1962. El cambio definitivo se produjo más adelante cuando la compañía paso a conocerse como Lacoste Iberica, también participada en un 100% por la matriz gala Lacoste Solutions.
LA FAMILIA MAUS FRÈRE (LACOSTE) SE LANZA A INVERTIR
La reformulación de todo el organigrama de la compañía continuó tras la toma de posesión de Basi. El grupo colocó a sus directivos claves en los puestos de mando y, a su vez, confió en la calidad de un pequeño grupo de gestores españoles para su desarrollo. La evolución desde entonces ha sido agridulce. Así, el volumen de facturación no solo no ha terminado de despegar, sino que se ha reducido en los últimos años. Así, los ingresos entre 2017 y 2019 se redujeron casi un 6%, según los últimos datos a los que hay acceso.
Una lenta caída que podría haber encontrado en la pandemia un punto de inflexión. No tanto porque vaya a impulsar las ventas, de hecho, la situación para la compañía ha empeorado, sino porque puede ofrecer oportunidades de inversión muy rentables de cara al futuro. De ahí, la importancia de la inyección de dinero ejecutado sobre la otra filial española que mantiene la reconocida marca del cocodrilo.
Además, el grupo suizo ya ha mostrado en repetidas ocasiones sus cartas. Así, al principio de la pandemia el responsable del negocio internacional de Maus Frères y consejero delegado de Lacoste, Thierry Guibert, señalaba en una entrevista que se le había encomendado el cometido de expandir el negocio textil. «Nuestras marcas tienen mucho potencial y el grupo quiere pasar a la ofensiva de nuevo», explicó, añadiendo que tenían una capacidad considerable al carecer de deuda. «Existe un deseo de reforzar nuestra cartera de marcas», advirtió. El momento, al menos en España, podría haber llegado ya.