El pasado jueves 4 de febrero se conmemoró el Día Mundial contra el Cáncer. Una jornada promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) con el fin de concienciar y movilizar a la sociedad para ganar la batalla al cáncer.
Cada año se diagnostican en el mundo 14 millones de casos nuevos y en España 275.000, habiendo 1,5 millones de personas afectadas por esta enfermedad en nuestro país. Se estima que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres será diagnosticado de cáncer en algún momento de su vida. Es una de las principales causas de muerte en España y en el mundo. Sin embargo, no todos los datos son negativos. La cifra de supervivencia de los pacientes con cáncer ha mejorado, siendo la supervivencia a cinco años en torno a un 53%, es decir, más de la mitad de los pacientes diagnosticados de un tumor siguen vivos transcurridos 5 años desde el diagnóstico», afirma la doctora Esther Holgado, jefa de Servicio de Oncología Médica del Hospital La Luz de Madrid.
Existen factores de riesgo para desarrollar cáncer, algunos de ellos no son modificables, como la edad y la genética, sin embargo, según la doctora Holgado, hay otros factores de riesgo que, si podemos controlar y evitar, como son el consumo de alcohol, tabaco y drogas, mejorar la dieta y la alimentación, realizar actividad física, evitar la exposición solar y sustancias cancerígenas, o evitar determinadas infecciones como es la infección por el virus del papiloma humano, etc.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que hasta un 30% -50% de los casos de cáncer podrían ser evitados siguiendo estilos de vida saludables e implementando medidas de salud pública y de programas de detección precoz. Los tipos de cáncer que tienen programas de detección precoz en el Sistema Nacional de Salud son el cáncer de mama, colorrectal, pulmón, y cérvix.
Para la responsable de Oncología Radioterápica del Hospital La Luz, doctora Elia del Cerro, es muy importante la prevención, la detección precoz y aplicar el tratamiento correcto indicado de una forma multidisciplinar.
Según esta experta, nos encontramos en un escenario donde la incidencia del cáncer aumenta debido al incremento de la esperanza de vida de la población y al cambio de los hábitos de vida. «Pero es cierto que, hay una disminución en la mortalidad por los nuevos tratamientos y el diagnóstico precoz», subraya.
El tratamiento con radioterapia es un pilar fundamental en el ámbito del control local del cáncer, y en casos más avanzados, se puede usar como tratamiento paliativo y aliviar los síntomas de la enfermedad. Los avances tecnológicos diagnósticos y terapéuticos la han convertido en una terapia cada vez más segura y eficaz, mejorando su precisión. «La radioterapia sola o asociada a otras terapias se usa entre un 60 y 70% de todos los pacientes oncológicos y participa hasta en un 50% en conseguir la curación de nuestros pacientes», asegura la doctora del Cerro.
La indicación de este tratamiento – continua Elia del Cerro -, es el resultado de una adecuada valoración del paciente y su cáncer dentro de comités multidisciplinares y en última instancia de la prescripción de un oncólogo radioterápico.
Pero también existen otros tipos de tratamientos oncológicos como la cirugía, la quimioterapia, hormonoterapia, tratamientos dirigidos y la inmunoterapia. «Esta última ha sido uno de los avances más importantes y eficaces realizados en los últimos años en el tratamiento de esta enfermedad», asevera la doctora Esther Holgado. La inmunoterapia, con una toxicidad menor que con la quimioterapia, incluye anticuerpos monoclonales, vacunas, versiones sintéticas de proteínas del sistema inmunitario, «siendo un tratamiento que utiliza las defensas naturales del sistema inmunitario para combatir las células cancerosas. A estos tratamientos hay que añadir la terapia de células T con receptores de antígenos quiméricos (CAR), donde un tipo de células del sistema inmunitario del organismo, llamadas células T, se alteran genéticamente en un laboratorio para dirigirlas de forma más eficaz contra las células tumorales. Es un tratamiento que no solo prolonga la vida de nuestros pacientes, sino que lo hace manteniendo su calidad de vida.», explica la doctora.
De acuerdo a las doctoras Elia del Cerro y Esther Holgado, la combinación de la radioterapia con estos tratamientos, nos hacen día a día mejorar los resultados en la terapia oncológica y así poder ofrecer nuevas expectativas a los pacientes con cáncer, incluso cambiando la secuencia de su administración antes o después de la cirugía.