domingo, 24 noviembre 2024

Elon Musk y su «efecto llamada»: amor para los fanáticos de la ciencia ficción 

Resulta lógico que una persona tan poderosa (ni más ni menos que, actualmente, el hombre más rico del mundo), reciba gran atención por parte de inversores y empresarios. No debe de ser algo nuevo, desde luego. Pero lo que sí que no tiene precedentes es su personalidad. El factor sorpresa. Un carácter desenfadado, a veces errático, un genio camuflado en memes que pasa por un generación Z pese a tener 49 años. Elon Musk no es un multimillonario corriente. No presenta la actitud que uno podría esperar de ‘señor con 185.000 millones de dólares en el banco’; su imagen no es la que uno se espera. Al menos esa es la impresión que le gusta dar. Hace apenas dos años el CEO de Tesla y SpaceX fumaba hierba durante una entrevista, y hace menos, recibía junto a su pareja a un nuevo un hijo al que llamarían ‘X Æ A-12’. Es un tipo raro.

Más que un billonario, el apodado como el ‘Tony Stark’ de la vida real, es un influencer. Pero cuando un influencer consigue ser la persona más rica del planeta, no son solo adolescentes los influidos, sino los peces gordos de Wall Street. Hablamos por ello con varios analistas financieros para saber si deberíamos hacer todos caso a Musk, o si por el contrario la situación es más propia de una histeria transitoria que otra cosa.

En las últimas semanas, Wall Street se ha visto sacudida por tuits de Musk. Que decía que le gustaba Signal (la app de mensajería segura competidora de WhatsApp), alza en Bolsa. Que ponía un tuit comentando el torbellino de Reddit por el caso Gamestop, alza en Bolsa para la empresa de videojuegos. Que le compra un gorro bonito a su perro, subidón para la firma de comercio electrónico Etsy (9%). Que comparte un meme con un personaje de videojuegos, potencia pura para Bandai Namco (4,4%). Que le cae en gracia el juego de Xbox y PlayStation ‘Cyberpunk 2077’, tope para su creadora CD Projekt (12%).

Pero y esto, a cuento de qué. Es decir, son solo opiniones o simples menciones de dos palabras, no es que argumente nada ni que esté dando consejos de inversión. Pero parece que el magnate africano-estadounidense cuenta con un amplio grupo de seguidores en Wall Street, que están dispuestos a seguirle cual profeta.

Entonces, ¿se podría fiar uno del líder en conducción eléctrica para buscar beneficio en la Bolsa? Según expertos del portal de trading XTB, «desde luego que no». Musk es un agente con capacidad para crear un «efecto llamada» de tal calado que puede llamar sobre todo a «inversores minoristas, el típico inversor con buen perfil de riesgo», que puede permitirse unirse a esa «pura especulación», señala el experto para MERCA2.

Elon Musk es la clase de multimillonario al que le gusta tener inversiones diversificadas, explica el analista, por lo que sus aparentes intereses podrían ser malinterpretados como señales de que algo se cuece. A parte de Tesla, su proyecto espacial SpaceX (que está dejando buenos memes dadas las varias explosiones en sus naves intentando aterrizar) y su biotecnológica Neuralink, con la que quiere entrar en nuestros cerebros, Musk ha invertido en cuestiones tan variadas como software, inteligencia artificial, energía o pago online (sus antecedentes en PayPal). Todo un imperio futurista que encandila a los fanáticos de la ciencia ficción, de ahí el apodo de ‘Iron Man’ humano, en referencia al superhéroe de Marvel (de hecho hizo un cameo en la segunda película).

ELON MUSK Y REDDIT INICIAN LA ERA DE LA INVERSIÓN-MEME

Pero es que un mensaje de veinte caracteres en una red social puede sacarse fácilmente de quicio. Incluso de menos: los siete que componen la palabra Bitcoin. La divisa digital subió un 20% cuando Musk cambió su biografía a «#bitcoin». La volatilidad en criptomonedas no es nueva, pero que un tipo tan pegado a la industria digital como Elon diga algo sobre una de ellas puede resultar más que anecdótico. Este jueves, Musk mencionó a Dogecoin: «Sin alzas, sin bajadas, solo Doge», tuiteó. Boom, subida del 270%. Y eso que esta cripto tiene al meme tatuado en su naturaleza: un perro Shiba Inu es el icono de la moneda.

Precisamente, la firma de trading Huobi le preguntó a Musk, a través de Twitter, si «estaba seguro», al apostar por Doge. Su respuesta: «El resultado más divertido es el más probable». No hay actitud más postmoderna posible en el mundo de las finanzas. El hecho de que todo esto ocurra mientras Reddit irrumpía en la gran sala del capital norteamericano induce a pensar que la era de la inversión-meme puede haber llegado. Se trata de una nueva forma de usar Internet. Habiendo comunidades y foros sobre cualquier cosa, también puede surgir un interés común para mover la Bolsa hacia un sitio u otro. Estos primeros coletazos quedarán en nada, pero, por qué no, podría haber réplicas en el futuro de esta intentona de ‘hackear’ el sistema.

Desde Renta4banco, sus analistas opinan algo parecido a XTB: «Es verdad que a veces el mercado no siempre obedece a fundamentales. También pasaba cuando gobernaba Trump«, señalan. Además, «las redes cobran importancia«, y se suma en este momento «la reciente inyección de liquidez en los mercados». No obstante, tras estos espasmos, lo normal es que «las aguas acaben volviendo un poco a su cauce”.

QUIERE A LA CULTURA DE SU PARTE

Este jueves, el fundador de Tesla decía en Twitter: “Me he convertido en meme / Destructor de pantalones cortos”. Y efectivamente, Musk consigue ser parte del imaginario colectivo del capitalismo, pero intenta modificar su posición de forma que logre parecer el ‘tipo guay’. Adueñándose de la cultura del meme, lo que consigue es generar una imagen a su favor dentro de la cultura, en general, de forma que pueda desintoxicar su imagen de la oscura y corrupta visión que existe hacia los millonarios sin corazón de Wall Street o los peces gordos de Silicon Valley que nos hacen sangrar datos.

Elon Musk consigue construir una imagen personal como ningún otro billonario estadounidense tiene, mediante una estrategia comunicacional que, cabría preguntarse, hasta qué punto coincide con el fenómeno Trump. “Dogecoin es la moneda de la gente”, dijo. “De la gente”, como si estuviese representando al ciudadano medio.

Elon Musk también se preocupa de estar a la última en redes sociales; raro es que no tenga TikTok, pero lo que sí que tiene es Clubhouse, una recién nacida red social exclusiva (solo puede entrarse con invitación) en la que los magnates estadounidenses hablan mediante notas de voz. Se estrenó en una de sus salas online el pasado 31 de enero, alcanzando el tope de 5.000 por sala de audio.

Si el último modelo de su nave espacial Starship SN9 estalla en mil pedazos en el aterrizaje: no pasa nada, puede subir un meme sobre ello.


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