La economía del sector privado de Alemania creció en marzo al ritmo más lento en ocho meses, mientras las fábricas se alejaban en un contexto de riesgos desde cuellos de botella hasta el comercio.
Un índice compuesto de gerentes de compras de IHS Markit declinó de 57,6 a 55,4, por debajo de la mediana de las estimaciones de 57,0 en una encuesta de Bloomberg. Esto supone el segundo mes consecutivo de caída de la medición.
Si bien la economía de Alemania florece en momentos en que una bajada del desempleo impulsa el consumo, el país parece estar desacelerándose. Las empresas comienzan a tener problemas de limitaciones de la capacidad y crecen los temores sobre el plan del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles, que supone una amenaza de gravar los vehículos extranjeros y que aparezca una guerra comercial global.
Una medición sobre la confianza de los inversores alemanes publicada esta misma semana ha reflejado el registro más bajo desde el año 2016.
“El crecimiento del sector privado de Alemania ha experimentado un fuerte retroceso desde principios de año”, declaró Phil Smith, el economista principal de IHS Markit. “Las presiones relacionadas con la capacidad siguen siendo un problema en momentos en que las compañías observan no sólo cuellos de botella en las cadenas de suministro, sino también un fuerte y acelerado aumento del trabajo pendiente”.
IHS declaró que las compañías tratan de contratar personal a los efectos de cumplir con los pedidos, lo que constituye un buen augurio para la creación de empleo en los próximos meses. Pero también han dado a conocer dificultades para hallar personal cualificado.
Los economistas pronostican que el índice compuesto de gerentes de compras de Markit para la zona del euro, que se difundirá en el transcurso del jueves, se debilitará de 57,1 a 56,8. Un registro anterior para Francia se debilitó de 57,3 a 56,2.
Paul Gordon para Bloomberg