En los tiempos que corren, máxime desde que el Covid-19 es el azote de la economía mundial, cada vez es más frecuente que emprendedores y jóvenes profesionales saquen fuera de flaqueza y apuesten por lanzar al mercado sus ideas en forma de empresas emergentes o startups, organizaciones con base tecnológica que buscan lanzar un nuevo producto o servicio en tiempos de extrema incertidumbre y con muy escasa inversión inicial para crear un negocio con una elevada capacidad de rápido crecimiento.
En este sentido, conviene pensar muy bien en qué entorno vamos a iniciar nuestra startup para que cumpla con estas premisas. ¿Sabías que puedes crear tu empresa en Irlanda, por nombrar uno de los países cuyas políticas facilitan el desarrollo de las empresas emergentes?
¿Cuál es el mejor entorno fiscal para montar mi startup?
Comenzar un negocio requiere además de determinación y una buena idea comercial en cualquier parte del mundo; sin embargo, el país en que se abra una empresa determinará la inversión inicial mínima necesaria y los trámites mercantiles para su creación, que serán mayores o menores según donde nos localicemos.
A la hora de decidir dónde vamos a fundar nuestra startup el factor determinante para decantarnos por un país u otro será el régimen fiscal aplicable a las empresas, pues, si bien es cierto que las empresas emergentes requieren bajos costes para su creación, debemos tener en cuenta que los impuestos que se le apliquen no supongan un lastre a su capacidad y rapidez en el crecimiento.
Países en los que es recomendable emprender
Irlanda
El beneficio fiscal que supone instalarse en Irlanda es, sin duda, el mejor aliciente para domiciliar en este país nuestra startup según los asesores fiscales más prestigiosos (conocidos como Big Four).
En este sentido, no sólo no existen cuotas para autónomos o profesionales como ocurre en España, sino que estos empresarios (los denominados sole trader) tributan de la misma manera que si trabajaran para la empresa como un trabajador por cuenta ajena, por lo que a nivel personal el ahorro fiscal en cuanto a la declaración de la renta es considerable.
Además, las cuotas del impuesto de sociedades serán la mitad para aquellas empresas residentes en Irlanda de lo que está establecido en otros países de Europa en los que el tipo medio se sitúa en torno al 25% de los beneficios; de este modo, si registras tu empresa en Irlanda el impuesto de sociedades sería del 12,5%.
Las cifras hablan por sí solas.
Estonia
Gracias a su revolucionario programa “e-Residency”, Estonia se ha convertido en una auténtica nación digital, de modo que permite a cualquier persona convertirse en residente en dicho país mediante una especie de DNI electrónico.
Así, sería posible fundar en España una startup residente en Estonia a la que, por ende, le sería de aplicación dicho régimen fiscal, ciertamente muy beneficioso para iniciar cualquier tipo de empresa emergente, además de aprovecharse de todas las ventajas de una verdadera administración online.
Andorra
De rabiosa actualidad en nuestro país por ser la elección de afamados youtubers e influencers para fijar su residencia fiscal, Andorra no sólo tiene como ventaja su cercanía a España con el cual comparte frontera, sino régimen fiscal enormemente favorecedor al emprendimiento sin llegar a tener la consideración de paraíso fiscal.
En definitiva, a la hora de crear nuestra startup debemos sopesar seriamente el país en el que lo haremos para asegurarnos que nuestro negocio dé los máximos beneficios posibles dentro de un entorno seguro y completamente legal.