El fabricante sueco de redes y equipos de telecomunicaciones Ericsson obtuvo un beneficio neto atribuido de 17.483 millones de coronas suecas (1.727 millones de euros) en 2020, lo que supone casi ocho veces más que el resultado contabilizado por la compañía un año antes gracias a la aceleración de la digitalización alentada por la pandemia y la inversión en infraestructuras 5G.
Las ventas netas de la multinacional escandinava en el conjunto del ejercicio alcanzaron los 232.390 millones de coronas suecas (22.954 millones de euros), un 2,2% más que un año antes, con un crecimiento del 7% del negocio de redes, hasta 166.000 millones de coronas (16.396 millones de euros).
De su lado, el área de servicios digitales de Ericsson redujo un 6% sus ingresos, hasta 37.300 millones de coronas (3.684 millones de euros), mientras que la facturación por servicios gestionados disminuyó un 12%, hasta 22.600 millones de coronas (2.232 millones de euros), y un 4% en la unidad de negocios emergentes, hasta 6.500 millones de coronas (642 millones de euros).
En el cuarto trimestre, la compañía sueca logró un beneficio neto atribuido de 7.522 millones de coronas (743 millones de euros), lo que supone un avance del 69,8% respecto del mismo periodo de 2019, mientras que sus ventas sumaron 69.590 millones de coronas (6.874 millones de euros), un 4,8% más.
La pandemia ha acelerado la digitalización de las sociedades, incluido el trabajo remoto (…) Vemos más señales de que los países y las empresas ven el 5G como una tecnología clave, con un aumento en la velocidad de despliegue en Australia, Oriente Próximo, Noreste de Asia y los Estados Unidos», declaró Börje Ekholm, presidente y consejero delegado de Ericsson.
En este sentido, Ekholm advirtió de que la decisión del regulador sueco de telecomunicaciones de excluir a proveedores chinos como Huawei de las redes 5G «puede crear exposición para las operaciones de Ericsson en China» y subrayó que el negocio de la compañía en 180 mercados del mundo se basa en un comercio y mercados abiertos y competitivos, lo que ha garantizado el desarrollo de un estándar global único para las comunicaciones móviles.
«Es fundamental que las respuestas a la situación geopolítica salvaguarden el valor extraordinario asociado con esos estándares operativos para el 5G y demás», añadió.