Facebook está analizando si uno de sus propios empleados del área de investigación tenía conocimiento de una filtración de información relativa a 50 millones de usuarios a Cambridge Analytica, la empresa de datos publicitarios que ayudó a Donald Trump a ganar la campaña presidencial de 2016.
Joseph Chancellor, que trabaja en Facebook como investigador de psicología social, está siendo investigado. Así lo dijo la compañía. Anteriormente, fue codirector de Global Science Research, la compañía que obtuvo información sobre usuarios de Facebook y sus amigos mediante permisos concedidos a una aplicación de cuestionarios de personalidad. Chancellor no ha querido realizar ningún tipo de declaraciones al respecto.
Otro codirector de GSR, Aleksandr Kogan, posteriormente proporcionó esa información a Cambridge Analytica, una medida que no está permitida según la política de Facebook. Cuando Facebook tuvo conocimiento de los hechos en 2015, pidió garantías de que los datos habían sido destruidos. Pero no fue así, de acuerdo con informaciones publicadas por New York Times y The Observer. Facebook afirmó el viernes que Kogan mintió, y dijo haberle suspendió a él y a la propia empresa de analíticas.
Las acciones en Facebook han caído un 2,2% incluso poco antes de la apertura del mercado, dando paso a una jornada de indecisión y precaución.
Facebook contrató a Chancellor en el año 2015. Según un portavoz, su labor en la empresa se centra en la investigación de realidad virtual. Pero su perfil en el sitio web corporativo de Facebook revela un enfoque más amplio, que incluye «influencias sociales», publicidad, personalidad, felicidad y emociones.
Responsables políticos han exigido respuestas sobre por qué Facebook no pudo garantizar que los datos se borraron y no comunicó lo que estaba ocurriendo a los usuarios hasta el viernes, justo antes de que las organizaciones de noticias publicaran sus investigaciones.
Cambridge Analytica ha dicho que ya no tiene los datos. La firma ha participado en la publicidad de varias campañas políticas, incluida la de Trump, mediante la evaluación de información en segmentos de audiencia a fin de anticipar quién podría responder mejor a los mensajes publicitarios dirigidos.
Sarah Frier para Bloomberg