La firma automovilística Kia registró un beneficio neto de 1,50 billones de wones surcoreanos (1.122 millones de euros al cambio actual) en 2020, lo que supone una reducción del 17,7% en comparación con los 1,82 billones de wones (1.360 millones de euros) que ganó en el ejercicio anterior.
Según datos de la compañía, el año pasado facturó 59,16 billones de wones (44.193 millones de euros), un 1,8% más, y su beneficio operativo se incrementó un 2,8%, hasta 2,06 billones de wones (1.543 millones de euros).
Todo ello a pesar de que las ventas mundiales de Kia descendiesen un 7,6% en 2020, con 2,60 millones de unidades, registrando una mayor caída en Europa, donde sus matriculaciones bajaron un 17%, hasta 432.000 vehículos.
Solo en el cuarto trimestre, Kia ingresó 16,91 billones de wones (12.630 millones de euros), un 5% más, con un beneficio neto de 977.000 millones de wones (730 millones de euros), multiplicándose casi por tres en comparación con 2019. Entre octubre y diciembre el beneficio operativo de la empresa se duplicó, hasta los 1,28 billones de wones (956 millones de euros).
De cara el actual ejercicio, Kia espera vender en todo el mundo más de 2,92 millones de automóviles, un 12,1% más que este año.