La rentabilidad de los concesionarios españoles de Skoda cerrará 2020 con una cifra cercana al 1,8%, lo que supondrá 0,5 puntos porcentuales menos que en 2019, aunque la rentabilidad media de los centros de distribución se situará por encima de los 100.000 euros.
Así lo ha señalado en una entrevista el director general de Skoda España, Fidel Jiménez de Parga, quien ha indicado que la compañía todavía no tiene los datos del año pasado completamente cerrados, aunque ha indicado que todo apunta a estas cifras con los números hasta el mes de noviembre.
En este sentido, ha destacado que se trata de un «magnífico resultado» tratándose de un año marcado por la crisis sanitaria del coronavirus y ha apostillado que Skoda se situará entre las marcas con mayor rentabilidad en España.
«Cuando veíamos en abril la situación del mercado y la situación económica, esperábamos algo más negativo. En un año como este cerrar con una rentabilidad de la red positiva del 1,8% y con una rentabilidad media por encima de los 100.000 euros es un dato espectacular», ha insistido Jiménez de Parga, que ha añadido que este año la firma seguirá trabajando para mejorar su rentabilidad.
Sobre si Skoda cumplió o no con la normativa de emisiones WLTP al cierre de 2020, el directivo ha explicado que en España la media de emisiones de la flota de vehículos vendidos por la marca fue superior al objetivo comunitario, aunque ha reconocido que la pretensión de Skoda no es que todos los países estén en el punto «perfecto», «sino que como marca tener el mejor resultado en Europa«, ya que hay más demanda de coches eléctricos en el norte del continente que en el sur.
A pesar de no tener datos oficiales definitivos, las últimas informaciones apuntan a que el grupo Volkswagen terminó el año 0,5 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro recorrido por encima de la normativa, lo que le obligaría a pagar sanciones.
La nueva normativa europea de emisiones de dióxido de carbono para vehículos ligeros, que entró en vigor en 2020, obliga a los fabricantes a que la media de sus automóviles vendidos en la región durante todo el año no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido si quieren evitar multas que podrían elevarse a miles de millones de euros.
Sobre este tema, Jiménez de Parga ha reivindicado que sería necesario modificar la distribución de los fondos del Plan Moves para la compra de vehículos eléctricos, ya que «no es la más lógica» porque se reparten por volumen de población y no por volumen de mercado.
El mercado está muy centralizado en Madrid y Barcelona y un porcentaje muy importante de estas compras están hechas por empresas y, para bien o para mal, estas compañías están censadas en ambas capitales», ha indicado, tras lo que ha añadido que además de las ayudas es necesario invertir en infraestructura de recarga.
También se ha referido a la necesidad de que el Gobierno «mejore» la fiscalidad del sector del automóvil para pasar de tributar por la compra de un automóvil nuevo a pagar por la cantidad de gases que emiten los modelos que circulan por la carretera.
«No tiene mucha lógica que estemos defendiendo una neutralidad de CO2 y a su vez estemos haciendo tributar más a coches que emiten un 80% menos de este gas que modelos producidos hace diez años», ha lamentado Jiménez de Parga, ya que para él, deberían pagar los coches que circulan y emiten más gases, mientras que los eléctricos estarían exentos.
Aun así, desde Skoda aseguran que el impacto que ha tenido la pandemia en el mercado de vehículos nuevos en España tardará tiempo en recuperarse y no será hasta 2023 o 2024 cuando se recuperen niveles de matriculaciones de 2019.