La subida del Salario Mínimo Interprofesional o SMI fue uno de los grandes temas de discusión durante los últimos meses de 2020. El acuerdo entre organizaciones empresariales y sindicatos no parecía terminar de llegar, e incluso dentro del propio Gobierno existían desacuerdos sobre lo que debía hacerse al respecto.
La existencia de un salario mínimo es imprescindible para asegurar que todos los trabajadores ganen lo suficiente como para cubrir, al menos, sus necesidades básicas. Esta figura cuenta con una gran tradición en nuestra legislación y han sido muy pocas las veces en las que su cuantía no se ha incrementado de un año para otro.
Durante años España tuvo el dudoso honor de ser uno de los países de la Unión Europea con el SMI más bajo, pero la situación se viene corrigiendo desde hace ya un tiempo. Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos y la subida del salario mínimo supone un problema que puede ser más o menos grave para los empleadores.
Si cualquier empresa o autónomo con trabajadores siempre tiene que ponerse a hacer cálculos cuando sube el salario mínimo para ver si puede hacer frente a dicha subida, la simple idea de que el SMI pudiera subir en 2021 aterraba a los autónomos.
Los autónomos no aguantarían una subida del SMI
El de los trabajadores por cuenta propia está siendo uno de los colectivos más afectados por la crisis económica que se ha derivado de la pandemia de Covid-19. La mayoría de los autónomos han pasado un 2020 que sería mejor olvidar, con negocios cerrados e ingresos hasta un 60% por debajo de lo habitual.
En diciembre del año pasado se contaban ya por miles los pequeños negocios que habían echado el cierre definitivamente, y las cosas tampoco son mucho mejores en los datos de afiliación, porque 2020 ha terminado con un déficit de autónomos.
Los profesionales están intentado capear el temporal como pueden. Afrontando una morosidad que es cada vez más alta y tomando duras decisiones para aumentar su liquidez. La subida del SMI hubiera sido quizá el último clavo en el ataúd de muchos negocios.
La difícil situación económica llevó a los Poderes Públicos a moderar las previsiones en cuanto a subida del salario mínimo. Aunque la idea era que en 2021 el SMI hubiera podido llegar hasta los 1.000 euros, al final la propuesta del Gobierno era subirlo solo unos pocos euros, hasta los 958 euros desde los 950 euros mensuales de 2020.
El Ministerio de Trabajo abogaba por una subida aunque fuera muy reducida, mientras que el Ministerio de Economía señalaba que ahora no era el mejor momento para tomar decisiones de este tipo. Porque una subida, por pequeña que fuera, podría afectar de forma muy notable a todos los empleadores.
En el caso de los autónomos, una subida de unos pocos euros al mes se traduce en un incremento del gasto de algo más de 1.000 euros al año por cada empleado. Porque no solo sube el salario que hay que pagar, también el importe de los seguros sociales.
Dado que para muchos pequeños empleadores asumir este gasto es ahora mismo totalmente imposible, muchos han considerado que una posible subida del SMI en 2021 a lo único que iba a llevar es a un aumento del desempleo. No solo porque muchos autónomos ya no contratarían, sino también porque al final no les quedaría más remedio que reducir su plantilla.
Finalmente el SMI se queda congelado en 2021
Después de mucho debate, se ha considerado que lo más justo para la sociedad en su conjunto es que el Salario Mínimo Interprofesional se quede congelado durante este año. Así que la cifra sigue siendo de 950 euros al mes.
El Ejecutivo ha reconocido que no estamos en el momento más adecuado para añadirle más costes al tejido productivo, y mucho menos a los pequeños negocios y los autónomos que están al frente de los mismos.
Con esta medida se pretende proteger por igual tanto a los empleados como a los empleadores que ahora mismo están en crisis. Y se descartan otras propuestas como las presentadas por algunas organizaciones empresariales, que abogaban por una bajada temporal del SMI durante el tiempo que durara la crisis.
¿Cuándo volverá a subir el Salario Mínimo Interprofesional?
En unos pocos años el SMI ha subido un 29% para equipararse al que existe en otros países europeos, y la previsión es que siga creciendo en el futuro pero ya de una forma más moderada. Desde el Ejecutivo se ha reconocido que esta congelación tiene un carácter meramente temporal y estará en vigor mientras la situación no mejore.
Por su parte, representantes de los trabajadores, de los empresarios y de los autónomos van a tener que seguir negociando para encontrar una solución de cara al futuro. Pero, por el momento, todos ellos están especialmente centrados en cómo abordar la crisis actual y qué hacer para poder recuperar a los miles de trabajadores que ahora mismo están de ERTE.
Un balón de oxígeno que quizá no sea suficiente
Que el SMI finalmente no suba es una muy buena noticia para los autónomos, pero la congelación de esta cifra no es suficiente por sí misma para que los profesionales puedan sobrellevar la crisis. Medidas como la subida de ciertos impuestos, por ejemplo la prima de los seguros, y la subida de la cuota de cotización a la Seguridad Social, hacen que 2021 se perfile como un escenario muy complicado para quienes trabajan por su cuenta.
Todos los expertos coinciden a la hora de señalar que la crisis podría durar más de lo esperado y, como viene siendo habitual, los autónomos serán de los últimos en experimentar la recuperación. Así que por el momento a los profesionales solo les queda tirar de ingenio para intentar mejorar su negocio y aumentar su rentabilidad.
A pesar de todo, son muchos los autónomos que se niegan a tirar la toalla y están dispuestos a darlo todo de su parte para sacar su negocio adelante. Quizá 2021 no sea un buen momento para crecer, pero sí para desarrollar todavía más la resiliencia y aprender cosas que pueden ser de mucha utilidad de cara al futuro.
