Si el calendario marca el mes de enero, para los autónomos esto quiere decir que llegan novedades fiscales y también en materia de Seguridad Social. Además, en la gran mayoría de los casos esas novedades suelen ir asociadas a tener que pagar más. Y es una dinámica que se repite año tras años, incluso en plena pandemia de Covid-19.
2020 fue un año especialmente complicado para los autónomos y puede que 2021 no sea mejor. Son muchas las voces expertas que señalan que la recuperación económica no llegará hasta el 2022 para los profesionales que trabajan por cuenta propia. Por eso, ahora más que nunca es fundamental que los autónomos estén al tanto de las novedades que llegan en materia de fiscalidad y de cotización, para asegurarse de tener liquidez suficiente cuando llegue el momento de cumplir con sus obligaciones.
Novedades relacionadas con la Seguridad Social
Que la cuota de cotización al RETA suba al comenzar un nuevo año no es ninguna novedad. Y tampoco pilla por sorpresa, porque la subida de este año venía ya recogida desde 2018 en un Real Decreto Ley de 28 de diciembre.
Desde enero de 2021 se incrementa la cotización por cese de actividad y contingencias profesionales un 0,3%. A efectos prácticos esto implica pagar entre tres y 12 euros más cada mes en función de la base de cotización escogida.
A ello hay que sumarle que la subida que prevista para 2020 no se aplicó a tiempo. En las cuotas de octubre y noviembre de 2020 la Seguridad Social cobró a todos los autónomos un cargo extra para compensar la subida de cotización que la propia Administración no había realizado a tiempo en enero de ese año.
Así que los autónomos arrancan 2021 con una subida en su cuota y una deuda pendiente de 2020 de entre 22 y 98 euros (según coticen por la base mínima o máxima) que no saben muy bien cuándo van a tener que pagar.
Al respeto no hay todavía información clara, lo único que se ha asegurado desde el Ministerio de Seguridad Social es que no habrá que pagar la deuda de una sola vez. Lo más seguro es que el importe total se fraccione en varias pequeñas cuotas que se cobrarán en diferentes meses a lo largo de este 2021.
Además de estas novedades, no hay que olvidar que está sobre la mesa de negociación la posibilidad de establecer un sistema de cotización para los autónomos basado en ingresos reales. Aunque todavía no ha habido muchos avances en este tema, se cree que podría llegar a implantarse este mismo año.
Cambios relacionados con la jubilación de los autónomos
Este año también llega con cambios en lo referente al acceso a la jubilación y la cuantía de la prestación que cobrarán los autónomos que pongan fin a su vida laboral. Desde enero la edad de jubilación para trabajadores por cuenta propia y asalariados es de 66 años.
Para calcular la pensión se atiende a la base reguladora y a los porcentajes que resultan de aplicación sobre esta, y en ambos factores se han introducido novedades. A partir de ahora se tienen en cuenta los últimos 24 años cotizados para calcular la base reguladora, en lugar de los 23 que se revisaban hasta finales de 2020.
En el caso de los autónomos jubilados llegan buenas noticias, porque los Presupuestos Generales del Estado establecen la revalorización de las pensiones en base al IPC. En consecuencia, las pensiones subirán un 0,9% con respecto a las que se cobraban el año pasado. La subida media es de algo menos de 7 euros al mes, lo que implica cobrar unos 81 euros más al año.
Novedades fiscales de 2021 que afectan a los autónomos
Las subidas de impuestos son ya algo habitual cuando comienza un nuevo ejercicio fiscal. En este caso se ha aumentado el tipo impositivo del IRPF en un 2% para las rentas más altas.
Además, suben los impuestos aplicables a las primas de los seguros, algo que afecta directamente a los autónomos, que suelen tener contratadas varias pólizas como la de seguro de vehículos a motor o un seguro de responsabilidad civil.
Para adaptar la normativa española a las pretensiones de la Unión Europea de luchar contra el cambio climático, a partir de julio se aplicará un nuevo impuesto a empresas y profesionales que recurran a los plásticos de un solo uso. Se cree que será un impuesto indirecto que afectará a la fabricación, importación o adquisiciones intracomunitarias. Por el momento la ley está en proceso de redacción y no hay nada claro en cuanto a este tema.
Pero no todas las novedades fiscales implican pagar más. Está en redacción un proyecto de ley de medidas para luchar contra el fraude fiscal, y dentro de ella es posible que se reduzcan los recargos que se aplican cuando los contribuyentes se retrasan a la hora de presentar sus autoliquidaciones de IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades.
La idea es que el recargo no se aplique de golpe, sino aplicar primero un recargo de un 1% y luego ir subiéndolo mes a mes si el contribuyente sigue sin cumplir con su obligación.
Pero esto también tiene una cara B, porque podrían bajar los recargos pero, a cambio, aumentarse el plazo de Hacienda para iniciar el procedimiento sancionador por irregularidades tributarias, pasando a ser de tres a seis meses.
Siguiendo la senda de la lucha contra el fraude fiscal, otra de las medidas que se prevé en el proyecto de ley es limitar todavía más los pagos en efectivo para operaciones entre profesionales y empresarios, pasando a ser de 1.000 euros la cantidad máxima que se puede pagar en efectivo. Sin embargo, no sufrirá cambios la cantidad máxima de pago en efectivo entre particulares y profesionales o empresarios, que seguirá siendo de 2.500 euros.
No cabe duda de que 2021 ha empezado fuerte con importantes novedades fiscales y en el ámbito de la Seguridad Social, pero este tipo de medidas no pillan por sorpresa a los autónomos, que ya están acostumbrados a los cambios.