El turismo ha sido un sector muy azotado por el covid. Airbnb lo sabe bien. Tuvo que aplicar un ajuste laboral con decenas de despidos, y su salida a Bolsa (pese al éxito final) tuvo que posponerse. Aunque ahora, la plataforma de alquiler vacacional cuenta con algo que no esperaba, al menos en un principio: la gente está dispuesta a trabajar mientras viaja, incluso cuando se trata de ocio.
Los adictos al trabajo, rebautizados como ‘workaholic’ -para que no suene tan dramático-, están dispuesto a viajar (por placer o no) y trabajar de manera simultánea. Y eso es algo que beneficia a Airbnb, incluso por encima de las cadenas hoteleras que, en ocasiones, son mucho menos propicias para los ambientes laborales. Ante este escenario, el CEO de la plataforma, Brian Chesky, sonríe ante un 2021 que todavía estará marcado por el coronavirus, los confinamientos y el teletrabajo. Un cocktail que favorece a la compañía.
Según un informe realizado por dbDIG, la herramienta de datos de Deutsche Bank, al que ha tenido acceso MERCA2, durante este año habrá un importante volumen de personas que realicen más viajes que el año pasado con un añadido: lo harán incluso aunque estén trabajando. El documento señala que las estancias de larga duración, las que llegan al mes, habrían pasado del 10-15% de los alquileres dentro de la plataforma, a superar el 20%. Esto remarcaría esa tendencia: la gente viaja y trabaja. O al menos un híbrido entre ambas situaciones.
En cuanto a los datos del estudio llevado a cabo sobre los usuarios de Airbnb desde que estalló la pandemia, un 47% reconocía que habían trabajado mientras se encontraban de viaje. Y hasta un 60% manifestaba que en los próximos viajes era muy probable que fueran a trabajar. De hecho, una de cada tres personas confiesa que, incluso en un viaje de puro placer o vacaciones, podría llegar a trabajar en remoto.
AIRBNB LO VE BIEN
Sobre las perspectivas de futuro, la casa de análisis alemana estima que la recuperación de Airbnb vendrá de la mano del sector turístico aunque, con las cifras anteriores, tiene otras vías de ingresos recurrentes dentro de los meses laborales. No obstante, será en la segunda mitad de año cuando el repunte será mayor. Algo que la plataforma da por descontado, puesto que su mejor trimestre siempre es el tercero.
Asimismo, destaca el informe que la flexibilidad de precios con la que cuenta Airbnb, emparejado con la disponibilidad de alquileres, puede generar un flujo de caja continuo que beneficie a la compañía.
Pero hay muchos más motivos que llevan a Brian Chesky al optimismo. Junto a esta naturalización de viajar y trabajar a la vez, la presencia de marca de Airbnb entre los usuarios cada vez es más relevante. Un 77% de las visitas que recibe la web llegan por tráfico directo. Esta cifra es muy significante, sobre todo teniendo en cuenta los problemas que hay en materia de turismo con la mayor fortaleza que tiene Google. Eso, lógicamente, le evita unos costes operativos en materia de marketing que puede reinvertir en otros ámbitos del negocio.
Y no solo eso. La expresión «hacer un Airbnb» se ha extrapolado a cualquier práctica de alquiler vacacional, incluso cuando se hace con otras empresas. Algo que pone de manifiesta la importancia que tiene la marca. Según la propia compañía, desde 2016 ha sido la palabra más buscada en Google relacionada con el segmento del turismo, según su herramienta Trends.
UN PLUS MÁS
Bajo este contexto de lenta recuperación, Airbnb guarda otro as en la manga. Se trata de HotelTonight, el buscador de alojamiento hotelero que compró la compañía y que, en estos momentos, todavía no explota de manera masiva en el mercado.
Sin embrago, fuentes del sector advierten de que es probable que a lo largo de los próximos meses Airbnb empezase a segmentar su negocio y la captación hotelera fuera en aumento. El primer movimiento sería la implantación de HotelTonight en diferentes regiones con el objetivo de popularizar esta plataforma y que la gente empiece a usarlo como alternativa a los grandes buscadores hoteleros del sector.
Asimismo, otro de los objetivos de Airbnb en este año, que todavía se presenta confuso, es seguir aumentado su red de alojamiento a lo largo de todo el mundo. Tener una huella más amplia, sumado a ese reconocimiento de marca que ya tiene y por el cual no necesita seguir invirtiendo, situarían a la compañía en una buena posición en esta temprana recuperación tras la pandemia.