miércoles, 27 noviembre 2024

La guerra de DKV y la CNMC destapa los intereses ocultos del sector asegurador

¿Puede la CNMC basarse en una sola denuncia anónima para iniciar un expediente sancionador? ¿Y aun habiendo recibido una o dos denuncias, puede acusar a una empresa de actuar de mala fe sin comprobarlo primero?

Parece que sí, o eso es lo que creen desde DKV, pues el organismo, que se encarga de que exista una competencia efectiva entre las empresas, ha acusado a la aseguradora de obligar a sus clientes durante el estado de alarma a aceptar cambios en la póliza sin su consentimiento y con engaños.

La compañía que dirige Josep Santacreu tiene una versión muy distinta, ha perdido medio millón de euros por ayudar a sus clientes, pero tal y como explican a MERCA2, el daño ya está hecho. Paralelamente, fuentes conocedoras del ámbito regulatorio consideran que hay intereses ocultos, porque no tiene “ningún sentido” que la CNMC intervenga en un sector que no es de su ámbito y se basen en solo una denuncia para armar todo este revuelo.

LA CNMC SUELTA LA BOMBA

Todo comenzó el pasado 29 de diciembre, cuando la CNMC comunicó que abría un expediente sancionador contra DKV Seguros y Reaseguros “por una posible conducta anticompetitiva”. Según justificaban, durante la declaración del estado de alarma, la aseguradora habría eliminado “unilateralmente” las coberturas por riesgo de incapacidad temporal en las pólizas de los autónomos.

Antes de hacerlo, DKV habría comunicado por carta a este grupo de asegurados la obligación de aceptar los cambios (supuestamente porque lo exigía la normativa vigente) o, en caso contrario, les rescindiría la póliza.

Tras el análisis realizado (la CNMC habría recibido determinada información a través de un buzón de quejas que abrió en ese periodo), el organismo considera que la actuación de la aseguradora “se alejaría de la buena fe exigida a las empresas”. Además, entiende que podría haber inducido al engaño a los destinatarios de la citada carta, ya que alegaba una exigencia normativa para llevar a cabo el cambio en la póliza.

Todo ello podría constituir un acto de competencia desleal, según explican. Pues esta conducta “ha podido generar una distorsión” de las condiciones de competencia en el mercado y una alteración del comportamiento económico de los clientes afectados a la hora de aceptar las modificaciones de sus pólizas de seguros de baja laboral.

Sin embargo, la incoación de este expediente “no prejuzga el resultado final de la investigación” y será en un periodo máximo de 18 meses cuando se conozca la resolución final.

DKV NO SALE DE SU ASOMBRO

En DKV se muestran “bastante sorprendidos” por varios motivos. En primer lugar, porque es la primera vez que la CNMC interviene en el sector del seguro. Las aseguradoras están reguladas por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) que, a su vez, depende de la Secretaría de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, y está adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de España.

Es decir, es la DGSFP quien controla el adecuado funcionamiento del sector y no entienden muy bien por qué la CNMC ha intervenido en este asunto.

Por otra parte, están asombrados con “la dureza” del comunicado de este organismo ante una decisión que han tomado en el contexto de la pandemia “y que ha sido muy bien acogida por los clientes”. Según detallan, no solo no ha habido perjuicio, “sino que les han felicitado”. Y han sido mayoritariamente sus clientes quienes se han sumado de manera voluntaria a esta iniciativa.

TODOS ACEPTARON

Al parecer, algunos clientes de DKV pidieron durante los primeros días de confinamiento una medida que les permitiera no pagar por aquellos servicios de los que no podían beneficiarse si no trabajaban.

De manera que la aseguradora, hizo un análisis de los más de 50.000 clientes autónomos que tienen con ellos contratado su seguro y detectaron que unos 30.000 pagaban por las siguientes coberturas: incapacidad temporal, hospitalización, intervención quirúrgica, invalidez absoluta y permanente, y asistencia médica por accidente.

El objeto principal de este seguro es la incapacidad total y transitoria del asegurado, a consecuencia de enfermedad o accidente, para la profesión consignada en la póliza. Pero claro, este objeto desaparece si cesa la actividad profesional, como le ocurrió a casi 3.000 de sus asegurados en el inicio de la pandemia, que tuvieron que suspender su actividad por no ser declarado servicio esencial.

Fue por este motivo, por el que DKV les envió una carta para informarles que podrían dejar de pagar esa prima por una cobertura que no podrían disfrutar. Solo se puede si están trabajando. Según los datos aportados por la compañía, 908 clientes decidieron libre y voluntariamente adherirse a la propuesta de modificación de contrato ofrecida por DKV Seguros.

Y fue solo a esos a los que se le eximió del pago y del servicio. Los que no contestaron o directamente no aceptaron, siguieron pagando y recibiendo ese servicio. Y una vez acabado el estado de alarma, los que dejaron de pagar volvieron a hacerlo y recuperaron esta cobertura.

MEDIO MILLÓN DE PÉRDIDAS

“No hay mala fe, más bien todo lo contrario” comentan desde la compañía. Solo se hubiera ocasionado un perjuicio si se le hubiera cobrado y retirado la cobertura, pero esta medida “ha sido en beneficio del cliente”. De hecho, permitir a esos 908 autónomos que modificaran su contrato, supuso para la compañía una pérdida en primas de medio millón de euros.

Por eso consideran que es injusto que la CNMC se base en una queja anónima «para montar todo este lío», sin ni siquiera comprobarlo antes. Desconocen si es el organismo o los clientes, quienes no ha entendido el fin de esta medida que se ha facilitado “como otras muchas” para mejorar la situación a los asegurados durante la crisis sanitaria actual.

En este sentido, señalan que, hasta el presidente de la asociación de autónomos, ATA, se ha pronunciado al respecto y les ha apoyado. Lorenzo Amor compartía en Twitter “la sorpresa” por el expediente de CNMC y expresaba que en ATA fueron informados durante el estado de alarma de estas modificaciones por la compañía aseguradora y compartieron que eran “positivas para los autónomos”.

DENUNICA ANÓNIMA

En DKV saben que existe una denuncia anónima contra ellos en la CNMC y les incomoda que con solo una se haya montado “todo este lío”. Pese a ello, se muestran tranquilos, “ya veremos en que concluye. Esto solo implica que se inicia una investigación y nosotros no hemos obligado a nadie a hacer algo que no quiere y, además, solo lo hemos hecho en beneficio del cliente” insisten.

A raíz del comunicado del organismo, la aseguradora ha facilitado toda la información “y alguna más de la necesaria” para que lleven a cabo sus averiguaciones. “Ahora tienen todos los datos de los clientes, para que investiguen y saquen sus propias conclusiones, pero se precipitaron con las acusaciones del comunicado”, matizan.

Por su parte, fuentes conocedoras del ámbito regulatorio consideran que una sola denuncia no suele ser suficiente para iniciar una investigación, ni mucho menos para acusar a la compañía de “alejarse de la buena fe exigida a las empresas” o de haber inducido “al engaño” a los destinatarios de la citada carta. Por eso creen que hay intereses ocultos, por ejemplo, de alguna compañía del sector que de alguna manera se haya visto perjudicada .


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