Si bien la autorización de cierre por parte del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) llegó el 31 de julio, la clausura de la central de Lada avanza dentro del plazo previsto hacia un futuro descarbonizado. Iberdrola ha cumplido así sus compromisos -con el lanzamiento de una plataforma de innovación y la identificación de oportunidades de emprendimiento en la zona- con el objetivo de facilitar el avance en todos los proyectos alternativos que se postulan como alternativa y que la eléctrica conocerá en junio de 2021. En paralelo, Iberdrola ha empezado a trabajar en el futuro de los equipos y piezas de la térmica de Lada en busca de una segunda vida para el material técnico derivado del proceso de desmantelamiento y susceptible de seguir funcionando.
En este sentido, desde Iberdrola se defiende como plan alternativo la puesta en marcha de una plataforma de innovación ciudadana para promover el emprendimiento en la zona, que presentará proyectos en junio, tal y como estaba previsto, es decir, sin que se pueda reprochar ningún retraso de planes de la plataforma, ni en los planes alternativos presentados, porque todos ellos están en desarrollo.
A la espera de que esos proyectos empresariales concretos se conviertan en realidad y puedan liderar la actividad de las instalaciones de la central de Lada, la empresa Surus se encargará de colaborar con Iberdrola en la fase de desimplantación. De esa forma, el proceso de clausura de la central térmica de Lada será más sostenible gracias al «reempleo» de algunos de los equipos sujetos a un nuevo aprovechamiento, bien en otro emplazamiento en una planta similar, bien con otra función industrial.
Además del desmantelamiento de centrales térmicas, Surus está especializada en la desinstalación de equipos de plantas industriales, de centrales eólicas, de supermercados, estaciones de servicio y en reutilizaciones de equipos militarizados.
La central de Lada 4, de 350 megavatios (MW) de potencia, está situada en Asturias, en la Felguera (Langreo). El MITECO ha autorizado el cierre que Iberdrola deberá realizar en un plazo de doce meses desde su anuncio. Además, la eléctrica tendrá que desmantelar la instalación antes de cuatro años.
Iberdrola había solicitado el cierre en noviembre de 2017. El informe solicitado por el Ministerio a Red Eléctrica de España (REE), emitido en diciembre de 2018, concluía que el cierre de Lada 4 no tendría una incidencia significativa en la seguridad del sistema eléctrico ni en la garantía de suministro.
En este sentido, fuentes de la eléctrica insisten en que desde la fecha en la que se solicitó el cierre de la planta, ya se comunicó que no tendría impacto en el personal propio, y que el 100% tenía garantizado el empleo.
TRANSICIÓN JUSTA
Recientemente, Iberdrola comunicaba como un gran avance tener “definidos los ejes de su contribución al desarrollo socio-económico en torno a la transición energética en Asturias”. La eléctrica se refería a cuatro ámbitos concretos de actuación: “más inversiones en renovables, apoyo a la generación de empleo a través de la generación de oportunidades y contratos a la industria local, la formación a jóvenes en sectores de futuro y el desarrollo de nuevos proyectos de innovación, como la creación de una Plataforma de Innovación Ciudadana”.
En este sentido, Iberdrola avanza en Asturias en la obra de infraestructura eólica más completa que se realiza en la actualidad en España: la construcción de tres de los cuatro parques eólicos -Cordel-Vidural, Capiechamartín y Panondres- que ha proyectado en la región y que requerirán una inversión de más de 100 millones de euros. La compañía iniciará también la construcción del cuarto proyecto, Verdigueiro, una vez obtenga las autorizaciones administrativas. Esta nueva capacidad -130 MW eólicos- le permitirá triplicar la potencia instalada hasta ahora en Asturias.
La construcción de estos proyectos está contribuyendo a la dinamización del tejido industrial local y permitirá generar hasta 1.000 empleos.
Asimismo la eléctrica insiste en sus compras históricas a proveedores locales y en la prioridad que adquieren en sus planes futuros los subcontratistas en el desmantelamiento, con la contratación de todos ellos.
Frente a la eléctrica, políticos locales, empresarios del concejo de Langreo y trabajadores reclaman una “implicación de verdad”, y exigen que los “proyectos renovables” lleguen a la zona afectada por el cierre del carbón y no a otras localizaciones, en lo que consideran una maniobra de distracción.
“En Lada cabría perfectamente un proyecto industrial verde, porque hay terrenos, personal cualificado, acompañamiento de las instituciones y fondos de transición que se podrían aportar”, y un plan industrial de futuro, no se pude sustituir por soluciones dispersas a modo de parches, es decir, “no sirve que Iberdrola haga ciertos contratos con proveedores asturianos”. Eso está muy bien, pero no es un remedio de alcance para la zona, tal y como explicaba recientemente a MERCA2, el secretario general del Sindicato de los Obreros Mineros de Asturias (SOMA FITAG UGT), José Luis Alperi.
También en declaraciones recientes a La Nueva España, la alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, se expresaba en el mismo sentido. También la primera edil ha reclamado recientemente que el plan alternativo al cierre que tenga Iberdrola revierta en el propio concejo.
EL NEGOCIO DEL DESMANTELAMIENTO
Surus Inversa no se limita a desmantelar, sino que acompaña a las empresas en la transición de modelos lineales a modelos circulares. Aborda la desimplantación de activos y su valorización desde los principios de la economía circular y soluciones de logística inversa.
Y lo hace promoviendo una segunda vida para los equipos y materiales retirados, reduciendo la cantidad de residuos generados o fomentando su aprovechamiento energético y buscando soluciones eficientes a la eliminación de residuos, si es que no pueden valorizarse desde un punto de vista económico.
Por otro lado, se abren nuevas vías a causa de los altos costes energéticos en España que representan una losa para las grandes industrias en relación a sus competidores europeos, lo que alimenta el riesgo de deslocalizaciones o cierres de plantas, con la consecuente oportunidad para la nueva línea de negocio de grandes empresas como Sacyr.
En su apuesta por la generación de valor sostenible, Sacyr Industrial mantiene una alianza con Surus. De esta forma, ambas compañías han creado una sociedad conjunta, Sacyr Surus, con la que tendrán mayor capacidad para ofrecer soluciones a sus clientes.