En nuestro día a día, las personas utilizamos con asiduidad las sillas. Se trata de un mueble de gran importancia en muchos entornos. En casa, en la universidad, en reuniones sociales, en el trabajo… Es precisamente en este último ámbito, en el contexto laboral, donde más tiempo pasamos sentados. Largas horas concentrados en nuestras tareas para cumplir los objetivos marcados que, sin un asiento adecuado, pueden convertirse en un serio perjuicio para nuestra salud y, además, para nuestra concentración durante la jornada laboral.
En este sentido, la opción indicada para lograr confort durante las horas de trabajo, sobre todo para aquellas personas que trabajan sentadas, es elegir una silla ergonómica. Optar por un asiento cómodo, que nos ayude a mejorar nuestra posición y que, en definitiva, cuide nuestra salud postural y nuestra espalda, será clave para impulsar la capacidad de trabajo, la concentración, la productividad y la capacidad de resolución.
Estas son las razones por las que las sillas ergonómicas han ganado protagonismo durante los últimos años en los espacios de trabajo frente a los asientos tradicionales, alternativas obsoletas poco recomendables por su incomodidad y sus negativos efectos para importantes zonas de nuestro cuerpo como la espalda. Por todo ello, conviene saber qué es realmente una silla ergonómica y por qué es una apuesta segura para cuidar la salud de los empleados durante las horas de trabajo en su puesto.
¿Qué es una silla ergonómica?
Hasta ahora, la nota dominante en espacios de trabajo como oficinas han sido las sillas tradicionales, que se han caracterizado por su rigidez, su escasa o nula capacidad de adaptación al trabajador y su inexistente movilidad. Además, la mencionada rigidez las convertía en asientos poco apetecibles para pasar horas sentados. Todo lo contrario ocurre cuando hablamos de sillas ergonómicas, puesto que se trata de una modalidad de asiento que permite al usuario ajustar la altura y la distancia con respecto a otros elementos como la mesa, y ofrece una serie de beneficios importantes para la salud.
Mantener una postura natural en horario laboral
Si hablamos de profesiones y empleos como oficinistas, personal administrativo, informáticos o incluso periodistas, nos referimos a empleos que requieren de largas horas de trabajo frente a un ordenador, sentados. En este contexto, es importante contar con una silla ergonómica que permita al empleado mantener una posición natural el máximo tiempo posible y ofrecer una superficie suave y confortable. Este tipo de asientos presumen de una gran versatilidad para adaptarlos a las necesidades del usuario para respetar su salud, para que se sienta cómodo y pueda concentrarse en sacar adelante sus tareas.
El nylon, la clave frente al calor
Uno de los elementos primordiales de las sillas ergonómicas se encuentra en el respaldo. Este tipo de asientos suelen contar con una superficie posterior de nylon que permite una perfecta transpiración, superior a otras alternativas como gomaespuma. Gracias a ello, el calor en la zona se reduce y se evita el sudor que pueda ocasionarse en épocas de altas temperaturas, especialmente en zonas o áreas con altos índices de humedad. El nylon es, además, un material resistente y duradero, por lo que su vida útil será más larga que la de las opciones tradicionales.
Asientos ergonómicos para reuniones de trabajadores
Las reuniones en oficina representan momentos clave en el día a día de una empresa. Se trata de ocasiones en las que los trabajadores comparten impresiones sobre el camino que deben tomar, o consideraciones sobre el producto o servicio que ofrecen. Algo para lo que necesitan una concentración total, sin nada que les distraiga. De nuevo, en este contexto las sillas ergonómicas vuelven a ser la alternativa indicada: comodidad para no desviar la atención durante reuniones que deben ser productivas y fructíferas.
Distribución correcta del peso en el asiento
Otra de las claves por las que una silla ergonómica es una apuesta segura para el confort y la salud, es su durabilidad. A este detalle contribuye de forma decisiva la estructura de la propia silla, que permite distribuir todo el peso de la persona que la utiliza de una forma correcta para ofrecer comodidad y, al mismo tiempo, no perjudicar los mecanismos y soportes que convierte a la silla ergonómica en una opción versátil y adaptable a las necesidades del usuario.
¿Cómo elegir la silla ergonómica correcta?
El impacto de las sillas ergonómicas en la salud de los trabajadores es tal, que la oferta en este tipo de asientos ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos. En internet existen plataformas especializadas en esta materia como Oficharis.com, donde encontrar sillas ergonómicas de diferentes modelos y apuestas estéticas, pero que comparten una función primordial: aportar comodidad a la persona que necesita un asiento para cumplir con su trabajo y, al mismo tiempo, permanecer en una postura correcta para no perjudicar su espalda.
Frente a una larga jornada laboral, con una gran cantidad de horas por delante sentados frente a un ordenador y un escritorio, es importante anteponer la comodidad y la salud postural por encima de todo. Por ello, conviene dotar los espacios de trabajo con asientos ergonómicos para maximizar la comodidad de los empleados y, así, permitir un mayor foco de atención en los objetivos a cumplir y aumentar la productividad.