El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha considerado que el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que prevé aprobar el Gobierno para trasladar el coste de las primas a las renovables del recibo de la luz a todas las energéticas tiene por objetivo «pagar a los fondos, en algunos casos especulativos» y «las fiestas de las eléctricas».
En su participación en una jornada del IESE Business School, Imaz aseguró que «en la vida es importante ir con la transparencia por delante» y dejó claro que, en su opinión, este fondo no tiene por objetivo financiar las renovables, sino que es «para pagar a los fondos de inversión, en muchos casos especulativos», que invirtieron en España en el pasado en unas energías renovables que no eran todavía competitivas, así como «los dividendos de las eléctricas y sus errores del pasado».
En este sentido, subrayó que las renovables que se están construyendo, con Repsol como actor protagonista en este negocio en los últimos años, ahora «no necesitan ningún tipo de subvención y son competitivas». Además, afirmó que este fondo, que supone trasladar unos 7.000 millones de euros del recibo de la luz a todo el sector energético y que impactará principalmente al sector petrolero -que deberá financiar el 43%-, «lo va a pagar el consumidor». «Tanto el coche de gasolina, el de diésel, el que consume gas natural en casa, y va a pagar las fiestas pasadas del sector eléctrico», añadió al respecto.
En este sentido, defendió la necesidad de mantener «la competencia y competitividad» para cada uno de los sectores, sin la creación de incentivos cruzados. «El sector eléctrico debe ser capaz de mantener su propia competitividad y no puede pretender que sus fiestas las paguen otros sectores y otros consumidores», advirtió.
A este respecto, estimó que las eléctricas tienen «mucho de campo para mejorar sus costes» y planteó que por qué no se pone sobre la mesa el bajar los peajes de transporte y distribución eléctrica, que asciende también a unos 7.000 millones de euros en gastos para el consumidor eléctrico, que reciben cada año o los ingresos de concesiones en hidráulicas con concesiones de «hace cien años» cuyas inversiones ya están amortizadas y que sigue facturan a un precio del ‘pool’.
«Cada sector tiene que hacer sus deberes y el eléctrico debe hacer el suyo, sin que nadie pague sus fiestas y mucho menos los consumidores españoles de todos los sectores energéticos», aseguró.
REPSOL NO VE EL NEGOCIO DE LAS REDES
Por otro lado y respecto al futuro de la compañía, Imaz destacó que no ve a Repsol en el negocio de las redes eléctricas. Estamos en el del almacenamiento y veo más difícil una Repsol en el negocio de redes por un racional económico financiera, ya que es más para fondos de inversión o una ‘utilty. Una empresa como la nuestra no creo que sea el destino prioritario», añadió.
En este sentido, consideró que el grupo está en las renovables, «pero siempre buscando el riesgo, porque para tener rentabilidad necesitamos buscar el riesgo», recalcó.
Respecto al hidrógeno, el directivo vasco ha señalado que es necesaria para «descarbonizar» algunos sectores de la economía. «Tenemos ambición, pero va a requerir de modificaciones regulatorias que creo que se va a llevar a cabo. Se van a promover medidas en esa dirección», afirmó.
Por último, Imaz se refirió al impacto que está teniendo el coronavirus en la compañía y reiteró que la energética «sigue adelante» con su hoja de ruta. «No hemos dado ningún paso atrás y hemos incrementado el porcentaje de inversión en la descarbonización, no se ha bajado ni un euro», destacó.