miércoles, 11 diciembre 2024

El último año de Bankia: adiós al real de plata para socorro de los vivos

A Bankia, siguiendo la terminología popular, le quedan algo así como dos telediarios. La marca terminará diluyéndose tras la fusión con CaixaBank, que así será como se llame el banco resultante. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri pondrá su particular ‘granito de arena’ al mismo: activos totales que suman 216.160 millones de euros a finales de septiembre; préstamos y anticipos a la clientela netos de 120.739 millones; depósitos de los clientes situados en 126.721 millones; y un volumen de negocio de 297.11 millones de euros. Y todo comenzó con un real de plata.

Tarjetas black, preferentes, la salida a Bolsa, o el denominado como Caso Bankia son los hechos más luctuosos de los últimos años de Bankia. Hechos que formarán parte de la historia reciente de una entidad que nació hace más de tres siglos. Porque corría el día 3 de diciembre de 1702 cuando, el padre Francisco Piquer Rodilla, depositaba en una de las denominadas ‘cajitas de almas’ un real de plata. Lo hizo en el Hospital de la Misericordia. Fue la semilla del Monte de Piedad más antiguo de España.

“Sean vuesas mercedes testigos de que este real de plata que echo en esta caja ha de ser el principio y fundamento de un Monte de Piedad que Dios ha de fundar para sufragio de las ánimas y socorro de los vivos”. Esas fueron sus palabras a los presentes en el acontecimiento, según recogió en su momento Pascual de Villacampa, uno de los protectores que el Monte tuvo en sus orígenes. Quien te ha visto, y quien te ve.

BANKIA SURGIÓ DE UN ‘LOCO’

En los más de tres siglos de historia que abrazan a Bankia, vivió muchos momentos críticos. Sin duda, el más duro de todos ellos fue el que llevó a su rescate entre 2012 y 2013. La cantidad que necesitó para sobrevivir fue superior a los 24.000 millones de euros.

Volviendo la mirada hacia atrás, cuando el padre Francisco Piquer depositó el real de plata, algunos de los presentes acogieron sus palabras con alegría y alborozo. Otros llegaron a pensar que el padre Francisco Piquer estaba mal de la cabeza. Conforme pasaban los días, las burlas de estos últimos no hacían más que incrementarse. Incluso hubo quien le echó en cara que debía dedicarse más a su ministerio. De ahí que acabará apoyándose en su confesor. Y éste le dio el espaldarazo definitivo.

Según palabras de Pascual de Villacampa, el confesor le dijo que “Dios le ayudaría: con cuya respuesta no hubo menester más para despreciar todo cuantos se decía. Y así volvió a casa con mayor fervor del que hasta allí había tenido”. Fue entre 1707 y 1708 cuando se prepararon los Estatutos del Monte de Piedad de Madrid. Su objetivo fue el de atender las demandas de las clases sociales más necesitadas de protección mediante préstamos gratuitos garantizados con alhajas y ropas.

AYUDAS DE LA CORONA

En estos momentos de tipos de interés en negativo, los primeros años de la hoy conocida como Bankia (antes Monte de Piedad) se caracterizaron por no cobrar intereses por los préstamos. El plazo que daba para poder llevar a cabo los desempeños era de 18 meses. Hubo que esperar hasta 1836 para ver cobrar los primeros intereses. Y se hizo para cubrir los gastos de administración. ¿Cómo se financió hasta entonces? Con fondos provenientes de limosnas, ayudas de la Corona, las correspondientes misas, y la captación de depósitos en metálico.

Otro hito importante en la historia de Bankia tuvo lugar el 25 de octubre de 1838. En esa fecha se creó la Caja de Ahorros de Madrid. El impulsor fue el Marqués de Pontejos, que comenzó a retribuir los depósitos recibidos.

Ambas instituciones, la Caja y el Monte de Piedad, vivieron su propia historia hasta que, el 22 de abril de 1869, se fusionaron: Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. El penúltimo peldaño tardó en llegar más de un siglo después. En 1978, el nombre comercial fue Caja de Madrid. Por aquel entonces, ya contaba con más de un millón de clientes.

Caja de Madrid dio paso a Bankia a partir de la crisis de 2008. Un conglomerado que también acogió a Bancaja, Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja. Luego vino el rescate.

El nombre de Bankia desaparecerá en 2021. Sumará a la fusión con CaixaBank más de ocho millones de clientes (en total, 20 millones). Los activos totales entre ambas entidades serán de 665.470 millones de euros. Y pensar que al padre Francisco Piquer le llegaron a acusar de faltarle un tornillo.


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