El tiempo es oro y, cuando hablamos del tiempo de los autónomos, lo es mucho más. Porque un profesional aspira a ser lo más eficiente posible y no puede estar perdiendo su valioso tiempo en trámites como la realización de una gestión burocrática o la lectura de un texto sobre ayudas públicas.
Sin embargo, parece que la Administración Pública no tiene esto tan claro. Un reciente análisis ha puesto de manifiesto que los textos administrativos no son nada claros, ni siquiera a la hora de exponer ayudas, los requisitos para acceder a ellas y la tramitación que hay que hacer. Así lo ha puesto de manifiesto el estudio “¿Habla claro la Administración Pública?”
De los datos se desprende que un 82% de los textos que se han analizado no son nada claros y resultan muy difíciles de entender para una persona con una formación media. Entre los más complicados están los textos que hacen referencia a los trámites con la Seguridad Social, que son precisamente de los más importantes para los autónomos.
Y la cosa se vuelve todavía más grave si nos centramos en los textos relacionados con las ayudas aprobadas a raíz de la pandemia de Covid-19 y las medidas que las empresas y profesionales deben adoptar.
Un buen ejemplo es la “Guía Covid-19 para el sector de la restauración de la Comunidad de Madrid”. Un documento de 33 páginas lleno de referencias legales que resultan muy difíciles de comprender y que se puede tardar más de una hora en leer. Y, lo que es peor, después de que los autónomos han dedicado tanto tiempo, al final del texto saben lo mismo que antes de empezar a leerlo.
Este ejemplo es de la Comunidad de Madrid, pero las cosas no mejoran con textos administrativos de otras Comunidades Autónomas ni con los de carácter estatal.
La simplificación es una necesidad para los autónomos
Hace ya tiempo que los expertos en Derecho y los asesores especializados en trámites propios de los autónomos vienen denunciando la opacidad del lenguaje que se usa en los textos administrativos.
Una redacción enrevesada, más larga de lo que debería, y llena de tecnicismos, consigue que un texto que es de interés para los autónomos resulte incomprensible para los mismos.
Con la llegada de la pandemia la reivindicación de textos más sencillos y fácilmente comprensibles se ha recrudecido. En una situación difícil, imprevista y totalmente novedosa, los profesionales que están al frente de un negocio necesitan soluciones rápidas y sencillas.
Si el texto es demasiado complicado solo lleva a que el autónomo se acabe perdiendo y no sepa bien qué tiene que hacer o cómo tiene que hacerlo, lo que podría dar lugar a que se le imponga una sanción si no cumple bien con el protocolo anti-covid en su negocio, o incluso a que pierda una ayuda pública porque no sepa que tiene derecho a ella o no sepa tramitarla.
Porque no se debe olvidar que no todos los profesionales cuentan con un asesor que les ayude en estos temas. De hecho, muchos profesionales que están en apuros económicos han decidido tomar medidas drásticas de ahorro y no tienen ahora mismo un gestor o un asesor, lo que les complica todavía más las cosas.
Si a la complejidad de la redacción se le suma que durante la pandemia se ha publicado normativa importante de forma continua, el resultado es que los autónomos están ahora más desorientados que nunca con lo que se refiere a sus derechos y sus obligaciones. Esto ha provocado un desbordamiento de consultas a gestores, abogados y graduados sociales.
Los expertos en Derecho consideran que todos los textos dirigidos a los administrados deberían ser lo más sencillos posible y recurrir a los tecnicismos solo cuando sea estrictamente necesario. Y mucho más cuando se trata de medidas extraordinarias como las adoptadas en los últimos tiempos.
Porque la complejidad de los textos administrativos no solo pone en apuros a los autónomos, también a los empresarios y a los trabajadores por cuenta ajena. Una buena prueba de ella es que en los últimos meses se han disparado las consultas relacionadas con los ERTEs.
La opinión de los expertos de la Administración
En este estudio que estamos analizando también se pidió la opinión de los técnicos de la Administración Pública y, curiosamente, 14 de los 20 encuestados señalaron que los textos están más redactados para los propios técnicos de la Administración que para los ciudadanos.
El exceso de información, el uso de frases demasiado largas, los errores de sintaxis y de ortografía, el uso de palabras poco comunes en el lenguaje habitual, el abuso de la voz pasiva y el abundante número de referencias normativas son, en opinión de los expertos de la Administración, los factores que más influyen en que estos textos resulten prácticamente incomprensibles para la mayoría de los ciudadanos.
Otro factor que también destaca el estudio es que la mayoría considera que las webs de la Administración no son intuitivas y resultan bastante complejas para el usuario. De hecho, la falta de actualización de la información es uno de los puntos débiles que más se han resaltado.
Problemas para los autónomos y para todos
La idea de este estudio es profundizar en esta cuestión y conocer la verdadera razón por la que los textos administrativos siguen siendo tan opacos a pensar de las múltiples quejas de los ciudadanos al respecto. Porque no es algo que afecte solo a los autónomos, todos nos vemos afectados como administrados.
La información sobre cosas tan básicas y tan importantes como la solicitud de renovación del DNI o la inscripción de una defunción es tan compleja que resulta complicado que los ciudadanos puedan enterarse bien sobre lo que tienen que hacer.
Esto puede deberse a que a día de hoy se mantiene el clásico distanciamiento entre la Administración y sus administrados. El sistema burocrático no involucra a la ciudadanía en sus comunicaciones y el resultado es el uso de un lengua y unas estructuras que la mayoría no comprende.
Sin embargo, la Administración también ha demostrado que es capaz de hacerlo mejor. Un buen ejemplo son los textos relacionados con la violencia de género, elaborados con un lenguaje mucho más cercano y directo. Así que como administrados solo nos queda esperar a que poco a poco la forma de comunicarse de la Administración vaya haciéndose más accesible.
