Iberdrola, a través de su filial Avangrid, ha presentado ante las autoridades de Estados Unidos el plan de construcción y operación (COP) de la primera fase de su proyecto eólico marino Kitty Hawk, que se prevé que cuente con una capacidad total de unos 2.500 megavatios (MW) tras completar todas sus fases.
Según informó la compañía, ha presentado el plan ante la Oficina Federal de Gestión de Energía Oceánica (BOEM), incluyendo en la documentación también las conclusiones de un estudio de impacto económico (EIE), realizado por Public Strategy Group, en el que se contempla que la construcción de las múltiples fases de este proyecto ‘offshore’ entre 2021 y 2030 reportará importantes beneficios económicos y de creación de empleo.
En concreto, el informe prevé un impacto económico de 2.000 millones de dólares (unos 1.644 millones de euros) entre 2021 y 2030 y la creación de unos 800 puestos de trabajo en Virginia y Carolina del Norte, de los que 600 corresponderán a la región de Hampton Roads, que incluye el Sudeste de Virginia y el Noreste de Carolina del Norte.
La primera fase del proyecto, cuya construcción se prevé se inicie en 2024, tendrá una capacidad instalada de aproximadamente 800 MW. Una vez completadas el resto de fases, se espera que Kitty Hawk Offshore Wind sume esa capacidad total de hasta 2.500 MW y su producción suministre energía limpia a 700.000 hogares, aproximadamente cuatro veces el número de hogares de Virginia Beach.
El director de energía eólica marina de Avangrid Renewables, Bill White, destacó que la energética es la primera compañía en presentar un permiso federal para un proyecto de energía eólica marina a escala comercial en Virginia y las Carolinas.
«El parque de Kitty Hawk producirá energía limpia para los usuarios de la región, así como importantes beneficios económicos durante las próximas décadas, entre los que cabe señalar la creación de puestos de trabajo de calidad», añadió.
La eólica marina es una de las grandes apuestas del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán en Estados Unidos. La compañía está desarrollando en el país, además de Kitty Hawk, el proyecto ‘Vineyard Wind 1’, que lleva a cabo en aguas de Massachusetts (Estados Unidos) mediante una ‘joint venture’ con Copenhagen Infraestructure Partners (CIP) y que será la primera instalación de este tipo a gran escala en Estados Unidos.
Además, también a través de la sociedad Vineyard Wind, presentó el pasado mes de octubre una propuesta para desarrollar proyectos de eólica marina en aguas del Estado de Nueva York (Estados Unidos) por unos 1.300 MW.
Este proyecto, denominado ‘Liberty Wind’, pujará por esa capacidad, con la que podría suministrar energía limpia a alrededor de 700.000 hogares y empresas, en la segunda subasta de capacidad eólica convocada por el estado de Nueva York.