La recta final del año vuelve a estar marcada por el inesperado desenlace de Duro Felguera. Hace un año, el foco de atención era la banca acreedora, quien adelantaba que no quería poner más dinero y que la mejor solución era la entrada de un inversor. Doce meses después y tras varias ofertas de distintos inversores, la empresa está en la misma situación.
La crisis sanitaria global ha complicado aún más la situación financiera de la compañía que dirige José María Orihuela, pero también, les ha permitido encontrar una vía de escape: solicitar un rescate de 100 millones de euros a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), en concreto, un préstamo participativo de 70 millones y una ampliación de capital suscrita por SEPI por 30 millones de euros.
Es su última baza, porque sin inversores, bancos ni la ayuda del Gobierno, su solución no es otra que el concurso de acreedores. La SEPI tiene de plazo hasta finales de febrero para responder. Será ese mes cuando se cumplan seis meses de la solicitud que presentó la empresa el pasado 28 de agosto, pero antes de esa fecha, DF ya había recibido ofertas de distintos inversores.
LAS OFERTAS DE 2020
Una de las ofertas más sonadas es la de Blas Herrero, que aunque no se confirmó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hasta el pasado mes de octubre, la compañía reconoce que llevaba “mostrando interés” en ella desde el inicio de año. También han aparecido en escena este 2020 algunos inversores americanos e incluso DSA Group, la corporación de Emiratos Árabes que hace un año adquirió Vauste, otra empresa asturiana del sector industrial.
A pesar del rechazo de Duro Felguera por todas estas ofertas, fundamentado en que ninguna se comprometió a firmar un acuerdo de confidencialidad, también conocido como NDA (por las siglas en inglés de Non-Disclosure Agreement) y entrar en el proceso de manera legal, al igual que todos los demás, Herrero ha sido el más persistente.
“Estamos abiertos a cualquier inversor que quiera colaborar por los cauces que nos obliga la ley” insisten desde la empresa asturiana desde el inicio de año. Ahora, el empresario Blas Herrero, ha dado un paso más.
HERRERO TENSIONA A DURO FELGUERA
En octubre, Blas Herrero aseguraba contar con el apoyo de los bancos acreedores. También se mostró dispuesto a pagar 95 millones de euros de deuda. Y a su vez, solicitó 200 millones a la SEPI, junto a otros 300 millones que estarían cubiertos por la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE).
Esto ya les pareció mal, porque entienden que la compañía no puede devolver 200 millones, 100 si (que es lo que ellos han pedido). Además, las condiciones de Blas Herrero no cumplen con las exigencias del Gobierno, “pide el doble y eso es ilegal”. Sobre los bancos, consideran que “no tienen nada y es todo ruido”.
Según Duro Felguera, para poder pedir este dinero, la empresa debe cumplir cuatro requisitos. La mínima posible, que compense perdidas por covid-19, que no incremente el patrimonio de la compañía a 31 diciembre de 2019 y una devolución creíble. Todo esto hay que argumentarlo y Herrero no podría.
Pero además, creen que el empresario dueño de Kiss FM, que también ha hecho una oferta por Prisa, no aporta “valor estratégico” a una sociedad de ingeniería, porque su sector es el de los medios de comunicación. También insisten en que si tiene tanto interés en comprar Duro Felguera (al parecer, ya lo intentó en 2017) “ha tenido tiempo”, pero no puede ofrecer 8,5 millones de euros a través de una carta al Consejo de Administración.
«LA SALVACIÓN»
La compañía que dirige Orihuela también cree que su política se basa en vender que el consejo administración actual lo está haciendo mal y él «es la salvación». Pero solo lo sería “si trae un plan de experiencia, contratos y sinergias”.
Pese a ello, dieron su brazo a torcer y consideraron que si Blas Herrero se reunía con su asesor, Alantra, y le planteaba una oferta formal para que la estudie, como hace con la de otros inversores financieros, el consejo lo evaluará y la junta de accionistas decidirá. Eso sí, si la oferta no es puramente económica, sino que aporte sinergias y genere valor añadido a los accionistas de Duro Felguera.
Blas Herrero cumplió una de las partes, presentó de manera formal una oferta a Alantra, pero era puramente económica. No incluía el acuerdo de confidencialidad, ni un plan de negocio. Por eso, Duro Felguera sigue sin tenerla en cuenta.
La incertidumbre respecto al porvenir de Duro Felguera es máxima, aunque los accionistas descuentan que recibirá el visto bueno de la SEPI, solo este mes, sus acciones se apuntan una subida de más del 30%.