Tenemos la suerte de vivir en un país lleno de cultura y de historia y es que, a pesar de los informes de educación y a la situación actual e incluso inestable que a veces vivimos, España es uno de los países más ricos en todos los sentidos.
A continuación vamos a conocer algunos de los pueblos medievales más bonitos de España, pueblos con una historia muy interesante que hoy en día pueden visitarse. Son destinos perfectos para escapadas de varios días. Ideales para desconectar del ‘mundanal ruido’, como decía el poeta Fray Luis de León.
Besalú, en Girona
Girona cuenta con uno de los núcleos medievales mejor conservados de la historia. Se trata de Besalú, situado en la comarca de Garrotxa. Es un pueblo medieval precioso digno de estar en la portada de un libro de historia.
Para entrar al pueblo hay que cruzar un puente románico que lleva hacia el interior del recinto amurallado, algo muy común en los pueblos medievales. Dentro de Besalú, encontraremos calles empedradas que se cruzan para llevar hasta los rincones más bonitos de la localidad, como, por ejemplo, la iglesia de Sant Vicenç del siglo XII y la Sala Gótica de la Curia Real.
Tampoco se recomienda perderse el recorrido que se puede realizar por el barrio judío llamado el Calle jueu. Impresionante.
Santillana del Mar, en Cantabria
Cantabria, en general, es una Comunidad Autónoma mágica y con mucha historia, de ahí que uno de sus pueblos esté considerado como uno de los mejores pueblos medievales de España. En este caso hablamos de Santillana del Mar, una población cuyos orígenes se remontan al siglo VII, momento en el que unos monjes decidieron construir ahí una pequeña iglesia para guardar las reliquias de santa Juliana. Un siglo más tarde, esta iglesia dio lugar a la colegiata, el centro de Santillana del Mar.
Sus dos atracciones principales son la calle del Rey y la plaza del Mercado, aunque todo el pueblo es una maravilla que no hay que perderse por nada del mundo. El pueblo también destaca por tener un importante legado renacentista y barroco.
Albarracín, en Teruel
Ya desde lejos se puede observar la majestuosidad de la localidad de Albarracín, en Teruel, un pueblo fortificado bañado en el río Guadalviar y con una historia muy interesante. Hay que tener en cuenta que tuvo presencia musulmana durante casi un siglo, hasta el siglo XII, por lo que esas influencias se ven reflejadas en algunas partes de la localidad, como en el nombre.
Albarracín se encuentra a 1.100 metros por encima del nivel del mar, de ahí a que sobresalga más que otras poblaciones. Además de influencias musulmanas, el pueblo tiene vestigios celtas y romanos que llaman mucho la atención y que lo convierten en todo un pueblo medieval, lleno de mezclas, de madera, de murallas y de barro. No te olvides de dar una vuelta por el centro histórico. Te encantará.
La Alberca, en Salamanca
A menos de 100 km de Salamanca se encuenta La Alberca, un pueblo muy curioso, y pequeño, que está en el corazón de la Sierra de Francia. La Alberca es una de las paradas de la Ruta de Santiago y de la Ruta de la Plata, por lo que no es raro ver paseando por sus calles medievales a turistas con mochilas colgadas a la espalda.
La plaza Mayor es espléndida y es el principal reclamo turístico de la zona. Las calles estrechas y creadas casi como un laberinto recuerdan la influencia cristiana, musulmana y judía. Todo mezclado da como resultado este precioso pueblo laberíntico y medieval que recomendamos visitar encarecidamente.
Pedraza, en Segovia
Pedraza ha sido una población con una gran importancia en la historia. Desde mediados del siglo XIV y hasta el siglo XVII, Pedraza fue un centro muy importante de elaboración de paños de lana de oveja merina. Los talleres del pueblo, que entonces era ciudad, abastecían a ciudades mucho más grandes como, por ejemplo, Florencia o Brujas.
Además, esta localidad segoviana es una de las mejores conservadas y hay premios que lo confirman. Los habitantes de Pedraza saben que tienen un patrimonio cultural enorme en su pueblo y por ello lo cuidan diariamente, para que los turistas sigan disfrutando de este precioso rincón de España y de uno de los mejores pueblos medievales.
Peratallada, en Girona
Muchos afirman que Paratallada es un museo al aire libre, de ahí a que el turismo en este pueblo de Girona siga creciendo cada día más. Paratallada está abrazado por murallas y calles estrechas, que a veces pueden parecer una pequeña tortura, que te enseñan la historia de la localidad ya que conserva todo el carácter rural y la disposición medieval.
Lo curioso de Peratallada es que la historia se mezcla con la modernidad casi sin querer. En cada calle empedrada encontramos bares y restaurantes ideales para descansar comiendo algunos platos típicos de la zona. En Peratallada estarás rodeado por siglos de historia, de eso no hay duda.
Montefrío, en Granada
Granada, en general, es una localidad conocida por su historia y su belleza y es que es una de las provincias más visitadas de toda España, y no nos extraña, ya que la Alhambra es una de esas maravillas del mundo que hay que disfrutar alguna vez en la vida.
Montefrío creció alrededor de un castillo que se rindió ante los Reyes Católicos en el año 1486. Es un pueblo bastante pequeño pero con mucho que contar, de ahí a que sea uno de los destinos favoritos de los amantes de la historia.
En sus calles podrás descubrir, sin ningún tipo de problema, la historia a través de sus monumentos y plazas. Es un lugar de España que merece mucho la pena visitar y que, al ser tan pequeño, podrás ver en apenas en día.
Olite, en Navarra
En el corazón de Navarra encontramos la localidad de Olite, un pueblo que, realmente, es de leyenda. Fosos, almenas o torreones alimentan esta imagen de pueblo medieval que a todos los amantes de la historia les encanta, y no es para menos. Olite es un pueblo, además de medieval, precioso.
La entrada al pueblo se realiza por la Torre del Chapitel, que da a un recinto amurallado impresionante que protege el pueblo. Estas influencias romanas hacen de Olite un pueblo mágico. Hay que tener en cuenta que el casco antiguo del pueblo conserva las mismas calles e incluso los mismos nombres que tenían en el medievo, hace ya siete siglos. ¿Te vas a perder una visita a Olite? Nosotros te lo recomendamos.