La organización de países exportadores de petróleo (OPEP) se encuentra, junto a sus aliados, en la lucha contra la sobre oferta de petróleo. Casi han logrado acabar con esta sobre oferta, pero deben tener cuidado, ya que el aumento de suministros que se está dando en Estados Unidos junto a los competidores de este puede frustrar sus esfuerzos, según ha dicho la Agencia Internacional de Energía.
Las reservas que de los países desarrollados sufrieron su mayor caída en más de seis años el pasado diciembre, debido a los recortes que impusieron la OPEP y Rusia. El aumento de consumo está provocando una bajada del superávit, lo que facilita que la empresa haya elevado el pronóstico del crecimiento de la demanda. Consideran que en 2018 se alcanzarán los 100.000 barriles al día llegando a los 1,4 millones.
Aún así, la estrategia que está llevando a cabo la OPEP puede volverse en su contra, ya que un aumento de los precios puede ayudar a potenciar la oferta que mantiene Estados Unidos. Según la AIE, la producción estadounidense acabará superando a la producción del exportador más importante del mercado, Arabia Saudí, y podría, incluso, desbancar a Rusia llegando a convertirse en líder mundial hacia finales de este mismo año.
La AIE, es una de las empresas que asesora a la mayoría de las principales economías del mundo y ha afirmado que “con la reducción tan drástica del excedente, el éxito del acuerdo sobre la producción podría estar cerca”. De todas formas, hay que ser conscientes de que el mensaje principal sigue siendo la producción expansiva que están haciendo algunos de los países que no están bajo el control de la OPEP, ya que, posiblemente, esta producción crecerá más que la propia demanda.
Disminución de las reservas
En 2016 los enemigos más conocidos dentro de este mercado – OPEP y Rusia – crearon una alianza para hacer frente al exceso de petróleo resultante del nacimiento de la industria del shale en Estados Unidos.
Tras un año de recortes a la producción, las reservas en los países más industrializados cayeron al nivel más bajo desde noviembre de2014. Se manejan en torno a los 52 millones de barriles por encima de la media de cinco años en el diciembre pasado, lo que supone una caída del 80% con respecto al año anterior, según ha confirmado AIE.
La nueva normativa ha supuesto el mayor número de recortes desde que el acuerdo entró en vigor. La producción se ha reducido un 37% más de lo que realmente se había acordado. La producción de Venezuela favoreció el nivel cumplimiento, ya que quedó paralizada de subinversión y por un gran declive.
La aparición de nuevos suministros ayudará a que en los primeros meses del año la producción deje de caer. A pesar de los recortes que se han dado durante la crisis del mercado, las compañías de shale estadounidenses pueden producir más petróleo debido a que el alza de precios favorece, en gran medida, la perforación. La producción del país podría subir lo suficiente como para hacer frente a la demanda mundial.
Grant Smith para Bloomberg