La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha urgido a las entidades financieras a considerar los riesgos físicos derivados del cambio climático en sus operaciones, al considerar que aún no estarían tomándolos en cuenta «plenamente».
Así lo ha manifestado Delgado durante su intervención en un evento coorganizado por el Banco de España, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el Ministerio de Economía y el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que busca impulsar el papel del mundo financiero en el proceso de descarbonización.
«Las entidades miden y gestionan riesgos bancarios clásicos, como el de mercado o el operacional, pero, hasta la fecha, no estarían considerando plenamente los denominados riesgos físicos, derivados de los efectos directos del cambio climático», ha indicado.
RIESGOS DE TRANSICIÓN
También se ha referido a la importancia de los riesgos de transición, derivados de las políticas y regulaciones públicas, cambios tecnológicos o de comportamiento relacionados con la descarbonización.
La subgobernadora del Banco de España ha afirmado que cuando las entidades gestionan sus riesgos de un modo adecuado, están favoreciendo una eficaz asignación de los recursos económicos disponibles, al discriminar aquellos proyectos con mayor probabilidad de éxito de aquellos que no son viables a medio plazo.
En esta línea, ha subrayado que la incorporación de estos nuevos elementos a la gestión tradicional de los riesgos bancarios no supone conflicto alguno, sino más bien al contrario.
No obstante, Delgado ha admitido que tanto los riesgos físicos como de transición pueden afectar en última instancia a la solvencia de los clientes bancarios, al valor de determinados activos negociados o usados como garantía, además de incrementar la frecuencia y severidad de eventos operacionales derivados de la meteorología.
«Es bien sabido que las medidas transformadoras para cambiar nuestro modelo productivo afectarán a los acreditados bancarios», ha señalado, añadiendo que, e algunos casos darán lugar a oportunidades, y, en otros, impactarán negativamente en el modelo de negocio de determinados sectores.
A su vez, ha indicado que los supervisores y bancos centrales también deben contemplar estos riesgos en sus análisis, ya sea en su labor como supervisores macroprudenciales o a la hora de realizar previsiones económicas.
«Al igual que en el caso del sector bancario, la incorporación de estos impactos a nuestros análisis no sólo no implica problema alguno, más allá de los retos metodológicos, sino que es a todas luces necesaria», ha aseverado.
NO SE PUEDEN IGNORAR LOS CAMBIOS
Delgado ha dicho que los supervisores no pueden ignorar los cambios planteados por la ley de transición, dado que tendrán efectos «muy considerables» e incluso sistémicos sobre determinados sectores de actividad.
De hecho, ha precisado que el Banco de España está colaborando con el Ministerio de Transición en la evaluación de este impacto en los sectores y la economía.
Por otro lado, ha hecho alusión al papel de los inversores. En su opinión, la creación y posterior desarrollo de los bonos verdes, al margen de iniciativas oficiales y como respuesta fundamental a la demanda de inversores privados, demuestra el creciente interés por la inversión responsable.
«Sólo hay que hojear la prensa para comprobar que se trata de una tendencia consolidada», ha señalado la subgobernadora del Banco de España, quien ha insistido en que al igual que no se puede analizar la solvencia empresarial sin información contable fiable y homogénea, no se puede evaluar el riesgo de la actividad medioambiental sin contar con información homologable.