Las ventas mundiales de moda disminuirán entre un 15% y un 30% en 2020 en comparación con 2019 por el impacto del coronavirus, según el informe ‘The State of Fashion 2021’ (‘El Estado de la Moda 2021’), realizado por Business of Fashion y McKinsey & Company, que advierte que el impacto en la industria de la moda será desigual.
En concreto, el informe señala que Europa sea la región más afectada en 2020, experimentando una disminución de entre el 22% y el 35% delas ventas, sin embargo se prevé que se recupere a principios del segundo trimestre del 2022 a medida que vuelvan los viajes y se levanten las restricciones de movilidad.
Por su parte, Estados Unidos verá un descenso de entre el 17% y el 32% de las ventas y parece estar preparado para una lenta recuperación para el primer trimestre del 2023, mientras que China probablemente serála región menos afectada, ya que las ventas caerán entre un 7% y un 20%. Se prevé que las ventas de moda en China vuelvan a los niveles anteriores a la crisis ya en el cuarto trimestre de 2020 o, como muy tarde, en el primer y segundo trimestre de 2021.
Respecto al segmento del lujo y el lujo asequible han demostrado ser marginalmente más resistentes, con una reducción de las ventas de un 30% de media y una caída de Ebitda de 20 puntos porcentuales en promedio durante los trimestres que caen entre febrero y junio de 2020, en comparación con el mismo período en 2019.
El mercado mundial de la belleza también está demostrando ser más resistente que la moda y se prevé que las ventas del sector vuelvane incluso superen los niveles de 2019 en 2021.
Sin embargo, durante la crisis del coronavirus las ventas de moda ‘online’ casi se duplicaron, pasando del 16% al 29% de los ingresos totales. Así, el 71% de los directivos del sector esperan que su negocio digital crezca un 20% o más en 2021.
El socio de McKinsey, Antonio Gonzalo, ha subrayado que la «crisis ha intensificado las principales tendencias de consumo que ya estaban dando forma a la industria de la moda, especialmente la aceleración en laadopción del canal digital que en ocho meses registró un crecimiento equivalente a seis años.
«Es el momento de revisar y subir el nivel de ambición para la comercialización por canales digitales y explorar nuevos caminos para la relación con los clientes, es necesario revisar las prioridades de compañía, y de manera selectiva acelerar la digitalización», ha subrayado.
De esta forma, el estudio confirma que la industria de la moda sufre un drástico descenso del 90% de los beneficios económicos este año por el efecto de la pandemia.
En un contexto de caída de las ventas, de cambios rápidos en el comportamiento de los consumidores y de interrupción de las cadenas de suministro, las empresas de la moda sufrirán una disminución del 93% de sus beneficios económicos, tras un aumento del 4% en 2019, según el Índice Mundial de la Moda de McKinsey.