A&G Banca Privada explica cómo han cambiado las cosas en apenas un mes, a principio de noviembre existían 4 factores de riesgo que generaban bastante incertidumbre entre los inversores: las elecciones americanas, el Brexit, la pandemia y la vacuna.
Sin embargo, ahora «todos los riesgos están a la baja», explica el director general de inversiones de A&G, Diego Fernández Elices. Aunque en Estados Unidos no hubo presidente al día siguiente, la realidad es que el mercado «se tomó con gran optimismo un resultado que no se esperaba» y se ha quedado «más cómodo» con una situación de status quo.
De la misma forma, los avances en la vacuna «cambian las normas del juego». Aunque la situación a día de hoy «sigue sin ser buena», la virulencia es menor y además, con las medidas económicas tomadas «sobre todo en Europa«, hay un impacto menor, de esta forma se ha dado un respiro a las Bolsas.
De fondo, continúa la saga del Brexit. «Parece infinito», destaca. Tras años de debate aun no ha acabado. Sin embargo, es importante llegar a un acuerdo justo de comercio y parece que las dos partes están interesadas en ello.
EL MOMENTO DE LAS BOLSAS
En este contexto, A&G plantea su escenario de inversión para 2021. La firma considera que las Bolsas mundiales representan la mejor oportunidad de inversión, pues podrían subir un 10% si continúa esta fase de optimismo bursátil, además entienden que el ciclo económico está en fase de recuperación.
En opinión de Fernández Elices, nos dirigimos a un ciclo alcista pero contenido, en el que una vez que pasen determinados miedos se empezará a pensar, como siempre, en los beneficios empresariales.
Y precisamente en esta fase «es en la que más dinero se gana en la Bolsa», destacab durante la presentación de las perspectivas para 2021. En concreto, A&G Banca Privada entiende que el próximo año, los beneficios empresariales subirán un 20%.
SI HAY CORRECIÓN, HAY OPORTUNIDAD
El experto considera que si se produce alguna corrección en la Bolsa mundial a los niveles actuales, esta debe verse como oportunidades de compra y no de venta de las acciones. Por ello, señala que aún no hay que consumir «el 100% del presupuesto» para el riesgo.
De cara al próximo ciclo económico, sostiene que hay que sobreponderar la renta variable sobre la renta fija en general. Para una composición tradicional, conocida como la frontera eficiente, con un 40% de inversión en renta fija y el 60% en variable, su pronóstico es que la cartera gane una media del 4% en 2021, frente al 9% anual histórico.
En su apuesta de inversión, no hay una apuesta sectorial clara, en tanto que cree que las firmas que mejor lo han hecho en Bolsa este año, las grandes tecnológicas de Estados Unidos, seguirán mejorando sus resultados, pero podría ir menos bien en su cotización. «No hay que vender todo ya, pero sí ir diversificando la inversión en renta variable».
HAY DUDAS CON ESPAÑA
España no está entre sus regiones favoritas para invertir, «tenemos muchas dudas y con grandes diferencias de valoración» explica. La subida del 25% del Ibex 35 en noviembre, es buena, pero «sigue siendo el peor índice del año». Por ello creen que hay más oportunidades a nivel global.
Pese a ello, han comprado algo de sector industrial, suponiendo que el mercado automovilístico pueda mejorar. También del sector financiero a través de renta fija y deuda subordinada, no en Bolsa.
También se han mirado compañías «que parecían rotas», como hoteles y esperan ver cómo se asientan. Pero Fernández reconoce un factor clave y es que «el inversor anglosajón empieza a mirar a España».
EL RETO DE LA RENTA FIJA
En cuanto su estrategia en renta fija, la entidad ve más atractivo en el crédito que en los bonos soberanos y cree que es «un activo susceptible de ser vendido en cualquier momento». En los bonos de países prefieren a Italia que España.
«Comprar un bono alemán y esperar al vencimiento implica una pérdida del 0,5%. Por eso, las oportunidades en renta fija ahora no son eso, si no la gestión activa», señala Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G Banca Privada.
Además, le gustan los bonos ligados a la inflación y la deuda subordinada corporativa, en tanto que ve que el riesgo de subordinación «está más que pagado» en determinados ratios. «El universo de inversión es muy amplio, hay que acertar en la tipología de deuda».
La firma ve valor en emisores de deuda de sectores penalizados por el covid-19 como automóvil, turismo o inmobiliario, aunque cree necesario ir «nombre por nombre» teniendo en cuenta el colchón de liquidez y los ingresos de caja de cada compañía. Por ahora, no ve mucho atractivo en los bonos verdes o sostenibles.
ACTIVOS ALTERNATIVOS
Por su parte, la firma considera que hay que olvidarse de las carteras de inversión que solo tenga renta fija y variable, ya que deben combinarse con activos alternativos, como oro o activos ilíquidos como las infraestructuras o el ‘direct lending’.
Así, para una cartera conservadora, que pueda admitir la iliquidez, recomiendan a sus clientes hasta un 25% de la inversión en alternativos, a costa de reducir la renta fija. Para los perfiles más agresivos también recomiendan acceder a tecnológicas a través de ‘venture capital’ y ‘private equity’.