España ha regresado al ‘top ten’ de los países más atractivos para la inversión en energías renovables, tras casi una década fuera de esos primeros puestos del ranking, según la 56 edición del informe ‘Renewable Energy Country Attractiveness Index’ (RECAI), elaborado por EY.
Con respecto a la edición anterior del informe, España ha ganado un puesto, pasando del undécimo al décimo lugar, impulsado por la energía solar fotovoltaica y la eólica, donde tiene una puntuación más elevada.
De esta forma, España vuelve a situarse en niveles de 2011, cuando ocupaba el noveno puesto. Desde aquel año, el mercado español había ido perdiendo posiciones en el ranking, hasta caer al puesto 29 en 2017, cuando se produjo el punto de inflexión.
El socio responsable del sector de Energía de EY, Víctor M. Pérez, consideró que las perspectivas a medio plazo siguen siendo positivas en España. «La apuesta que se ha hecho a nivel nacional por las renovables ha reducido el riesgo regulatorio para los inversores«, añadió.
EEUU Y CHINA, AL FRENTE DEL RANKING
Por su parte, Estados Unidos y China se mantienen al frente de los dos primeros puestos del ranking, seguidos por Australia, que remonta de la cuarta a la quinta plaza.
El índice destaca que los avances tecnológicos como el hidrógeno y la inteligencia artificial jugarán un papel fundamental para alcanzar el objetivo de emisiones cero en un mundo posterior al Covid-19.
Asimismo, y si el objetivo es que se acelere la transición hacia bajas emisiones de carbono, considera que es primordial que el cambio climático y las energías renovables permanezcan en los primeros puestos de la agenda global.
La proporción de uso de las renovables en el ‘mix’ energético se disparó a principios de este año como consecuencia de las medidas de confinamiento tomadas por la pandemia del coronavirus. La bajada de la demanda de electricidad, junto a menores costes operativos y el acceso prioritario a la red mediante la regulación en muchos mercados, están entre las razones de este incremento.
Además, señala que el denominado crecimiento verde se ha incluido en muchos países como un revulsivo para la recuperación económica, lo que ha demostrado el gran potencial que tienen este tipo de energías y que se ha descrito como una «efervescencia de lo verde«.
«Sin duda, las energías renovables van a jugar un papel decisivo en la recuperación económica de nuestro país», subrayó la directora de Transición Energética y Nuevos Negocios de EY, Inés Bargueño.
En lo que respecta a las barreras para una adopción más generalizada de este tipo de energía, el informe señala a la estabilidad de la red, aunque pone de manifiesto que la innovación tecnológica puede ayudar a abordar este desafío.