A finales de la semana pasada se hizo oficial que Vodafone y Liberty Global se hacen ojitos. Hasta tal punto es el acercamiento, que gracias al operador de cable americano Vodafone podría consolidar su negocio convergente en toda Europa, con especial presencia en Alemania. Lo curioso es que en el país germano todo se puede acelerar por Telefónica.
En concreto, según un análisis de ‘Bloomberg Intelligence’, la filial germana de Telefónica, O2, está cobrando un alquiler de redes excesivamente alto para el operador móvil virtual de Liberty. Incluso, el CEO de la compañía, Mike Fries, ha reconodio públicamente que no tienen una oferta competitiva en los servicios convergentes debido a los conflictos con Telefónica en el acceso a su red. Esto es un problema dentro del contexto paquetizado; es decir, donde todos los servicios van bajo la misma factura.
De este modo, Liberty tiene la sensación de que -ahora mismo- su presencia en el sector móvil se queda algo escasa. Eso, pese a que el 18% de su negocio lo reporta esta unidad. Pero estiman, según fuentes de Bloomberg, que ha llegado la hora de sentarse con Vodafone y hablar.
El otro factor que pone de cara la unión de estos dos gigantes de las telecomunicaciones tiene que ver con el propio mercado alemán de banda ancha, todavía poco explotado. Existen al menos unos ocho operadores que tienen presencia significativa en el mercado. Esto provoca que el retorno en la inversión sobre el despliegue sea dudoso. Ese motivo daría a Vodafone una huella de banda ancha ultrarrápida cercana a los 10 millones de clientes (6,4 de Vodafone y 3,4 millones de Liberty), lo cual le acercaría bastante a Deutsche Telekom, que en estos momentos sobrepasa los 13 millones de abonados de internet fijo.
Y no solo eso. En la actualidad. Liberty Global, a través de Unite Cable, es una de las compañías de televisión de pago más potente de Alemania, con más de 6 millones de suscriptores. Otro motivo para que Vodafone vea con buenos ojos la unión de sus negocios.
Todo esto provoca que Telefónica perderá poder en Alemania. Por ahora mantiene el liderato en el segmento móvil, incluso con más clientes de Deutsche Telekom, pero de banda ancha apenas tiene 2 millones de abonados. Esto le relegaría a competir con TeleColumbus o NetCologne en la parte baja.
Un gran salto para Vodafone
Este movimiento de Vodafone no será el único. El acuerdo podría ir más allá y crear sinergias para el operador de origen británico en los demás mercados donde opera Liberty. Por ejemplo, en República Checa, donde O2 lanzó su primera oferta convergente en 2017, también pasaría a compartir clientes con los rojos.
Hungría y Rumanía serían otros mercados donde podría aterrizar Vodafone de forma paquetizada si se consigue llevar a buen puerto la unión con Liberty. Es decir, el objetivo sería cubrir Europa del Este y conseguir mantener el ritmo de crecimiento de los americanos que se sitúan en torno al 5% en esta región del viejo continente, según cifras de Bloomberg.
Por lo que respecta a la operación económica, los detalles que han trascendido, según publica ‘Expansión’, es que Vodafone cedería su negocio en Reino Unido y su 50% en la sociedad holandesa a Liberty, activos valorados en 13.400 millones de euros. A cambio, el grupo que preside John Malone traspasaría su filial alemana UnityMedia a la empresa que dirige Vittorio Colao. Para igualar la valoración, Liberty debería además pagar 1.400 millones de euros a Vodafone.