Estados Unidos confía en que su población alcance una tasa de inmunización del 70% en torno a mayo. Así, lo argumentó este pasado lunes Moncef Slaoui, el máximo responsable del organismo que se encarga de acelerar el desarrollo y la distribución de vacunas en el país. Una fecha que coincide con otros muchos anuncios, incluido el del Gobierno de España. Pero esas estimaciones chocan con otras más pesimistas como las de Bruselas que no espera alcanzar esa barrera hasta finales de 2021. Un baile de fechas en el que la versión optimista cada vez gana más enteros.
Así, tanto la ciencia como las propias farmacéuticas han triturado las estimaciones de los expertos en cuanto a la evolución de las vacunas. En especial, las que llegaban desde Europa. Sin ir más lejos, a mediados de octubre el director ejecutivo de la Agencia Europea del Medicamento, Guido Rasi, señaló «que las primeras dosis importantes para poblaciones en riesgo llegarán en la primavera de 2021». Hoy sabemos, con cierta precisión, de que si todo va bien antes de mediados de diciembre habrá los primeros vacunados.
Slaoui estima que esa primera, y simbólica, imagen podría darse el 11 o el 12 de diciembre en EEUU. También se espera que sea en diciembre y en Alemania cuando los primeros ciudadanos europeos reciban la vacuna, en este caso la de Pfizer, contra el covid-19. La visión pesimista, o errónea, de la EMA frente al desarrollo de una cura frente a la pandemia no es nuevo, sino que viene de lejos. En mayo, el jefe de vacunas de la organización, Marco Cavaleri, afirmó que habría «esperar un año» (mayo de 2021) para que se pudiera aprobar.
LAS FARMACÉUTICAS DEJARON EN EVIDENCIA A BILL GATES
Los errores de la EMA, y de otros tantos expertos, se deben principalmente a que utilizan un pensamiento base (el desarrollo normal de un tratamiento) para una situación excepcional. Una situación parecida a lo que ocurrió con los modelos económicos al inicio de la pandemia y que se solucionó, de forma bastante eficaz, cuando se incorporaron datos nuevos. Esto es, exactamente, lo que ha ido pasando con los plazos del desarrollo de la vacuna y que seguramente se repita con los tiempos de vacunación. El mejor ejemplo de ello es el de Bill Gates.
Gates se ha convertido en una figura viral a lo largo de la pandemia. Entre sus honores está la de predecir la llegada de una pandemia similar a la actual o la de vaticinar que sería la vacuna de Pfizer la primera disponible. «Clavó incluso la fecha en la que la farmacéutica pediría la licencia de uso», señaló algún periodista emocionado. El problema es que hay truco, obviamente. De hecho, la primera estimación del multimillonario, allá por abril, hablaba de que no habría una vacuna efectiva hasta septiembre de 2021. Por suerte para el cofundador de Microsoft de esa primera apuesta nadie parece acordarse.
Lo anterior, no es un ataque a Gates, sino un ejemplo perfecto de que las primeras previsiones suelen ser siempre tan excesivamente conservadoras como erróneas. Incluso, para una eminencia en el tema como es el multimillonario. Pero, hubo otra gente antes que el cofundador de Microsoft que acertaron más proféticamente los tiempos del desarrollo de la vacuna: las propias farmacéuticas. De hecho, las estimaciones de Gates son de septiembre, mientras que a principios de julio el consejero delegado de BioNTech, Ugur Sahin, argumentaba que su vacuna sería aprobada en diciembre.
CADA VEZ MÁS ACTORES APUESTAN POR UN VERANO NORMALIZADO
Pero, y ¿qué dicen ahora estas mismas farmacéuticas acerca del proceso de vacunación? Sin duda están más del lado optimista, de EEUU, que del pesimista, de la UE. Uno de los mensajes más prometedores, y que menos eco ha tenido, es el del director del área de Investigación y Desarrollo de Oncología del gigante AstraZeneca, Josep Baselga, que aseguró en una entrevista a RAC1 que estimaba que su vacuna estará en fase de distribución avanzada en marzo. A su vez, también alertó de que para este 2020 habría tres vacunas ya aprobadas y que tendríamos «un invierno horroroso», las cuales se están cumpliendo.
A la alternativa de una distribución de las vacunas amplias ya en el segundo trimestre del año se han unido, después, muchos actores relevantes. Slaoui es el último, y el más ambicioso, pero antes Bank of America y, más recientemente, Goldman Sachs han estimado que a mediados de 2021 el acceso a las vacunas será amplio. Mientras la UE sigue anclada en sus previsiones de finales de que no habrá un amplio número de inmunizados hasta finales del año.
En definitiva, como ocurrió con la creación y autorización de la vacuna, cada vez más actores importantes prevén tiempos más cortos para una vacunación masiva. Veremos si Europa, de nuevo, vuelve a ser la última de la clase con sus perspectivas. Por cierto, Baselga hizo una cuarta predicción al señalar que tendríamos «un verano normalizado» (con ciertas medidas sanitarias), una perspectiva que, de nuevo, muchos ven demasiado negra. Pero los pesimistas olvidan de que lo más importante en cuanto a vacunación, inmunizar a la población de riesgo, ya se habrá dado y que se han aprobado (y habrá más) distintos tratamientos y curas como los de Eli Lilly y Reggeneron. Así, el discurso oficial puede cambiar pronto.