Desde finales de la década de los 80, una marca de patés hizo que su anuncio calara en los ciudadanos. Al producto lo llamo foie gras, luego paté, e incluso, lo identificó con una seña de identidad: la tapa negra. De cualquiera de las maneras, lo que se quedó en la memoria de los consumidores fue el estribillo acerca de los patés: “Más buenos que el pan”.
Jonatan Armengol, el único crítico invidente de España, ha decidido catar este alimento rico en hierro que no es de ahora, sino que se remonta a los egipcios. Quienes lo trajeron a Europa fueron los romanos. Y aquellos que le dieron fama mundial fueron los franceses. Hay diferentes tipos de patés, como también los hay de foie (ojo, no confundir). El foie se obtiene a partir del hígado de ciertos animales como ocas, patos o gansos. El paté es una mezcla de carnes. La cata es de paté de cerdo.