Dos son los grandes hechos que han afectado a la producción ecológica durante 2020. Por un lado, y como no podía ser menos, el covid. Por otro, el Pacto Verde de la Comisión Europea. “Ha puesto sobre la mesa unos objetivos ambiciosos, que se pueden lograr o no”, señala Álvaro Barrera, presidente de Ecovalia, la asociación profesional española de la producción ecológica.
El Pacto Verde Europeo es la hoja de ruta para dotar a la UE de una economía sostenible. Lo que pretende es impulsar un uso eficiente de los recursos mediante el paso a una economía limpia y circular. También busca restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación. Para conseguirlo describe las inversiones necesarias y las herramientas de financiación disponibles para garantizar una transición “justa e inclusiva”.
Sin embargo, y como sostiene Álvaro Barrera, “en lo que respecta al tema de la fiscalidad no han hilado tan fino. No se han puesto unos objetivos claros”. Si han sido más claros en lo que respecta a medidas para proteger el ecosistema, las formas de garantizar una cadena alimentaria más sostenible, energías limpias o medidas para reducir la contaminación de manera más rápida y eficiente.
ECOVALIA Y EL FUTURO
El presidente de Ecovalia, por lo que respecta al futuro de la producción ecológica, no dudó en calificarlo como “bueno”. Durante los últimos años, y de media, el crecimiento de la superficie es del 7,5%. Y el consumo también sigue al alza.
La llegada de la pandemia no ha desinflado los ánimos. Antes del decreto del estado de alarma, el consumo estaba subiendo un 45%. Muchas personas se refugiaron en los alimentos ecológicos. “Al igual que sucedió en la crisis de 2008, esta crisis de salud ha supuesto un mayor crecimiento”, resalta el presidente de Ecovalia.
Álvaro Barrera destaca que, en esta pandemia, “muchas personas han encontrado la libertad que no tenían al visitar una gran superficie. También productos que desconocían a buen precio. El canal online ha aumentado. La gente va a tiendas ecológicas, que son más cercanas”. Algo que no ha sucedido sólo en España, también en otros países de nuestro entorno.
Ese nuevo consumidor de productos ecológicos que ha entrado en escena no es un consumidor estrictamente verde. Seis de cada diez consumidores combinan lo ecológico con lo convencional. “Ha habido pedidos en sitios donde no solíamos estar. Una cuarta parte de quienes han hecho pedidos no los habían realizado nunca”, especifica el presidente de Ecovalia.
Frutas y verduras son los alimentos más demandados. Respecto a los precios, Álvaro Barrera quiso subrayar que “hay productos cuyos precios son fácilmente adaptables a los productos convencionales, pero otros no”.
Ecovalia espera que, tras unos años valle, en los que la facturación se mantuvo plana, se siga la tendencia de crecimiento experimentada durante los últimos cuatro años. En este periodo se ha duplicado la cifra para alcanzar los 2.500 millones de euros.