En el marco de su estrategia, Bayer se ha propuesto que su actividad alcance la neutralidad climática en 2030 y para ello ha confiado en Iberdrola para reducir su huella de carbono. Como ya hiciera el México, el grupo químico y farmacéutico alemán ha ampliado su colaboración con la eléctrica española y la ha elegido como suministradora de energía verde en nuestro país.
En España, la eléctrica ha promovido la modalidad del PPA -acuerdos de compraventa de energía a largo plazo- con carácter pionero con empresas de diferentes sectores: banca, telecomunicaciones, sector cervecero, distribución, marcas deportivas y ahora suma a su lista de clientes al sector farmacéutico.
De esta forma, Iberdrola ha suscrito con Bayer el primer contrato de compraventa de electricidad a largo plazo (PPA, por sus siglas en inglés) entre una energética y una farmacéutica en España, por el que suministrará electricidad 100% renovable de su planta fotovoltaica Francisco Pizarro (Extremadura), la más grande proyectada en la actualidad en Europa de estas características.
En concreto, la energética presidida por Ignacio Sánchez Galán surtirá de energía ‘verde’ a los nueve centros de Bayer en España, entre los que se encuentran tres fábricas, cinco centros de investigación y desarrollo (I+D) y las oficinas centrales de la compañía para Iberia.
Esta iniciativa será efectiva en el 100% de estos centros a partir de 2022 y durante diez años, con la energía generada por la planta Francisco Pizarro, que ya tiene la aprobación del impacto medioambiental (DIA).
‘CONTRATO PUENTE’ HASTA 2022
Hasta ese momento, el acuerdo contempla un ‘contrato puente’ con el que Bayer realiza desde ahora un consumo eléctrico total sin emisiones, con garantía de origen renovable (GDOs).
La eléctrica y la farmacéutica ya había firmado reciente un ‘PPA’ en México, por el que Bayer consume energía verde generada por el parque eólico terrestre Santiago (105 MW), ubicado en el Estado de Guanajuato.
La estrategia renovable de Iberdrola contempla la firma de contratos bilaterales que promuevan un suministro de energía a precios competitivos y estables con grandes clientes, comprometidos con un consumo sostenible.
El director global de Grandes Clientes de Iberdrola, Eduardo Insunza, consideró que, a través de los ‘PPAs’, «se abren muchas oportunidades para el desarrollo de los proyectos renovables que están transformando el presente y el futuro energético en nuestro país, contribuyendo a la transición de una economía verde.
A este respecto, añadió que estos contratos de compraventa de energía a largo plazo «aportan estabilidad a las inversiones de la compañía y se han convertido, asimismo, en una herramienta óptima para la gestión del suministro eléctrico de grandes consumidores, comprometidos con un consumo limpio y sostenible».
«Los PPAs demuestran la competitividad de las renovables y su capacidad para suministrar energía a precios asequibles y estables a largo plazo«, añadió al respecto.
Por su parte Bayer, que a finales del año pasado anunciaba su compromiso por conseguir una huella neutra de emisiones en todo el mundo para 2030, avanza localmente con este acuerdo que supone un gran paso en su contribución a la neutralidad climática.
La directora de Comunicación, Asuntos Públicos Corporativos y Sostenibilidad de Bayer, Laura Dieguez, indicó que medidas como ésta ayudan a la compañía «a avanzar en su compromiso por la sostenibilidad con medidas concretas que contribuyen a reducir nuestro impacto medioambiental.
FRANCISCO PIZARRO, UNA INVERSIÓN DE 300 M€
Ubicada entre los municipios extremeños de Torrecillas de la Tiesa y Aldeacentenera, en Cáceres, el proyecto Francisco Pizarro, que contará con una potencia de 590 MW, generará energía limpia suficiente para abastecer anualmente a una población equivalente de 375.000 personas.
Una vez operativa, en 2022, la planta, cuya inversión ascenderá a unos 300 millones de euros, evitará cada año la emisión a la atmósfera de 245.000 toneladas de CO2.
Francisco Pizarro, forma parte del plan de inversión en renovables del grupo energético en Extremadura, que prevé la instalación de unos 2.000 MW verdes a 2022, convirtiendo a la región en uno de los ejes centrales de su estrategia renovable en España.
Además, este PPA se une a los acuerdos de compraventa de energía a largo plazo cerrados por Iberdrola en mercados como España, el Reino Unido, Estados Unidos, México y Australia -tras su entrada reciente en este mercado-, procedentes de proyectos eólicos y fotovoltaicos de más de 3.000 MW.