Está claro que la lasaña es una de las recetas más ricas que podemos hacer, por no hablar de que es realmente sencilla. El problema está en el uso del horno, pues hay quienes no tienen, y quienes prefieren ahorrarse semejante gasto de luz.
No por ello vas a tener que renunciar a una buena lasaña casera. Aunque te parezca mentira, la puedes hacer perfectamente sin horno, y queda igualmente deliciosa. A continuación, te damos todos los pasos que debes seguir para tener la mejor lasaña, con la que dejarás a todos tus comensales de piedra.
1Lasaña como en Italia
La lasaña es un plato de origen italiano, y como muchas de las cosas que tomamos de otros países, la hacemos a nuestra manera. Si buscas una receta original, descubrirás que hay ciertos puntos que nada tienen que ver con cómo se hace realmente, y cómo la hacemos nosotros.
Puede que en el supermercado te encuentres con este pato preparado, y diga que es una receta tradicional, pero nada más lejos de la realidad. Para empezar, porque en España agregamos una cantidad ingente de bechamel al plato, cuando en Italia le ponen la cantidad justa.
Otro punto a destacar, es que nosotros culminamos con una lámina de pasta, mucha bechamel y queso, cosa que dista mucho de cómo se hace en realidad. A continuación, te dejamos con la receta original, porque en Italia, ni siquiera utilizan el horno, tan solo unos minutos para calentarla, y no para gratinar el queso.